Alemania llegó a Rusia 2018 con el favoritismo y la gran responsabilidad de revalidar el título conseguido en Brasil 2014. Luego de obtener la Copa Confederaciones en 2017 con un equipo alternativo llamado a ser el recambio, las opciones de los bávaros parecían aún mejores al tener un equipo completamente titular y otro que le entregaba buenas alternativas. Pero de ser favorito pasaron rápidamente a transformarse en el gran fracaso del Mundial tras perder con Corea del Sur y quedar eliminados en la fase de grupos.
Los alemanes comenzaron su revalidación del título con el pie izquierdo y en la primera fecha perdieron con México, para luego ganar con lo justo a Suecia. Con esos resultados, llegaron con la obligación de ganarle a los coreanos en la última fecha del Grupo F, pero estuvieron muy lejos de conseguir su objetivo y fueron los asiáticos los que los tuvieron en problemas. Tanto así que terminaron perdiendo por 2 a 0 y quedaron colistas de su zona para dejar libre la corona mundialista.
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