Si bien es cierto que la fiebre mundialista ha causado furor en Rusia, también hay preocupaciones que los legisladores locales han advertido.
Una legisladora de la cámara baja de Rusia aconsejó que las mujeres rusas deberían evitar tener relaciones sexuales con extranjeros que no sean de raza blanca, pues podrían quedar embarazadas y ser madres solteras de niños mestizos que luego sufrirán discriminación.
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Esto, en referencia al fenómeno que sucedió en los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, cuando nacieron cientos de niños producto de relaciones entre atletas extranjeros y mujeres locales.
“Una cosa es que sean de la misma raza y otra muy distinta si no son de una raza diferente. No soy nacionalista, pero sé que los niños sufren. Están abandonados, y eso es todo, se quedan aquí con mamá”, señaló la política.
Estas declaraciones obligaron al Kremlin a emitir un comunicado donde se refrenda la libertad de las mujeres rusas a hacer lo que mejor les plazca.
“En lo que se refiere a las mujeres rusas, ellas decidirán por sí mismas”, señaló el portavoz Dmitri Peskov.
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