El comisionado de la NFL, Roger Goodell, dijo el lunes que el Congreso debería promulgar estándares uniformes para todos los estados que planean legislar sobre las apuestas deportivas.
Goodell reiteró en un comunicado que la postura de la NFL es que las apuestas deportivas legalizadas en Estados Unidos deberían ser regidas por la ley federal en lugar de la ley estatal. La semana pasada, la Suprema Corte dictaminó anular una ley de 1992 que prohibía la mayoría de las apuestas deportivas autorizadas por los estados.
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Al sugerir cuatro principios básicos que deberían mantenerse para cualquier forma de apuestas deportivas legalizadas, Goodell hizo hincapié en que las ligas pueden “proteger nuestro contenido y propiedad intelectual de aquellos que intentan robarlo o utilizarlo mal”. También dijo que las directrices deben proporcionar protecciones sustanciales al consumidor; asegurar que los aficionados tendrán acceso a datos de la liga oficiales y confiables; y que las fuerzas de la ley tendrán los recursos, herramientas de monitoreo y de aplicación necesarios” para proteger a nuestros fanáticos y castigar a los infractores tanto aquí como en el extranjero”.
Luego de enfatizar la importancia de proteger la integridad de su deporte, Goodell dio a conocer que la NFL ha estado planificando el potencial de las apuestas deportivas legalizadas en otros estados distintos a Nevada.
“Estamos preparados para abordar estos cambios de una manera reflexiva e integral, lo que incluye la capacitación sustancial sobre educación y cumplimiento para nuestros equipos, jugadores, empleados y socios”, dijo. “Estos esfuerzos incluyen apoyar una legislación de sentido común que proteja a nuestros jugadores, entrenadores y aficionados y mantenga la confianza del público en nuestro juegos”.
La NFL se ha opuesto por mucho tiempo a cualquier forma de apuestas en sus juegos, a pesar de que aprobó la mudanza de los Raiders de Oakland a Las Vegas para 2020, y tiene fuertes lazos con las ligas de fútbol americano de fantasía, que no está vinculado al fallo de la Suprema Corte.
Muchas ligas deportivas han expresado preocupaciones sobre la variedad de normas para apostar que cada estado podría aprobar, dónde podrían realizarse las apuestas y quién las supervisaría.
Esas ligas también creen que tienen derecho a una “tarifa de integridad”. La forma más fácil de organizar un recorte de las ganancias sería negociar con el Congreso en lugar de negociar con cada estado de manera individual. Si aprobaba un proyecto de ley a nivel nacional, el Congreso podría exigir que los casinos, las pistas o los gobiernos estatales compartan parte de sus ingresos con las ligas deportivas, o pagar los honorarios de integridad, diseñados para cubrir los costos vigilar las apuestas.