El voleibolista puertorriqueño Cristian Omar Encarnación Meléndez se fue de Puerto Rico con una maleta llena de miedos, hoy esos temores e inseguridades se han convertido en su motor para seguir poniendo el nombre de Puerto Rico en alto en la Liga de Omán.
Tras la devastación causada por el huracán María, la Liga de Voleibol Superior Masculino (LVSM) decidió cancelar su temporada. Esto provocó que el atleta se quedara sin trabajo. Entonces, su mentor Ezequiel Cruz lo puso en contacto con personal de la liga arábica.
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Si bien el fenómeno causó estragos en el país, lo cierto es que, también, sirvió de oportunidad para que el joven graduado de tecnología cardiovascular demostrar su potencial a nivel internacional.
La decisión de irse a jugar a Omán fue difícil, admite, pero la catástrofe por la atravesaba –y aún atraviesa– Puerto Rico fue uno de los factores que tomó en consideración.
Encarnación Meléndez es producto de las escuelas públicas del país. Tras años de dedicación, esfuerzo y mucho entrenamiento, en grado once obtuvo un beca para culminar sus estudios superiores en la Academia la Milagrosa, en Cayey. Posteriormente, le ofrecieron una beca universitaria para jugar con los Pioneros de la Pontificia Universidad Católica de Ponce.
A la vez que jugaba en la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI), el joven atleta debutó –a sus 19 años– en la LVSM con los Leones de Ponce.
En 2014, obtuvo medalla de oro en el voleibol playero de la LAI. Su participación en esta competición le abrió las puertas a lo que sería su nueva pasión, la Selección Nacional de voleibol de playa con la que viajó a Polonia, en 2014, para el Campeonato Mundial en la categoría 23U.
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Cristian es detallista. Le presta entusiasmo a las pequeñas y nuevas experiencias para aprender de ellas. “Son las que te harán mejor persona y mejor atleta”, asegura. Además, se muestra agradecido con todas aquellas personas que han creído en sus habilidades. Esto, dice, le ha llevado a ir desarrollándose a través de los años tanto en el voleibol de sala como en playa.
¿Cómo te ha ido en el proceso de adaptación?
No niego en los primeros 15 días fue sumamente difícil acoplarme al horario porque son 8 horas de diferencia con Puerto Rico. En cuestión de la cultura y religión, podría expresar que me atrae el hecho de conocer diferentes aspectos y diversas personalidades. Ahora bien, en cuanto a la comida no soy muy abierto. La mayor parte del tiempo solo como lo que me gusta, pero aquí no las hay. Sí, sumamente difícil aún acoplarme ya que la mayoría de las comidas tradicionales suelen ser con pique, el cual no me gusta.
¿Cómo te comunicas?
La comunicación es sumamente divertida ya que es un idioma totalmente nuevo para mí, pero es bueno conocer y educarse sobre la diversidad. Son poco los que se pueden comunicar en inglés, pero es la mejor manera para poder entendernos.
¿Extrañas a Puerto Rico?
Extraño mucho a mi familia. En segundo plano, extrañé muchísimo la Navidad en mi país ya que fue el primer año fuera de Puerto Rico en tan bonita temporada. Y no puede faltar que extrañe el gran plato de arroz, habichuelas, chuleta y amarillos.
¿Qué tal el equipo? ¿Cuál será tu rol en la temporada?
Yo estaré jugando como esquina. Del equipo puedo decir que es muy alegre, disfrutan mucho lo que hacen y, aunque es muy diferente la actitud dentro de la cancha, se acoplan fácilmente a personas del exterior.
¿Qué esperas de esta nueva experiencia?
Sinceramente, espero que sea la puerta al éxito, ya que es mi primera experiencia debutando en el exterior.
¿Cómo te ha ido en los primeros partidos?
El equipo se encuentra invicto, con 3-0. El último partido era sumamente importante para la puntuación del equipo y lo logramos, obtuvimos la victoria en 4 parciales. No niego que en el primer partido me atacó el famoso “frío olímpico” pero es como me decía un viejo coach: “El primer juego siempre es difícil, luego de ese comienza tu juego”. Y así mismo fue. Comencé lento, pero luego de ver juego comenzó el mambo para mí.
Comparando ambas ligas, ¿qué debe aprender Puerto Rico de Omán y qué tiene la isla que sobresale del país del medio oriente?
Difícil pregunta. Dentro de lo que he vivido creo que Puerto Rico debe aprender de acá el comportamiento y la importancia que le dan a los juegos. En Omán, en caso del juego ser fuera del club al que perteneces, debes quedarte la noche antes cerca de donde jugarás para poder dormir las horas necesarias y hacer tus comidas como se deben. En Puerto Rico no es así. Ahora bien, de Puerto Rico puedo expresar que la técnica táctica es sumamente superior a la de Oman.
Ahora, el joven atleta se une al grupo de unos 28 jugadores boricuas que se encuentran jugando en el extranjero. Entre las atletas en la rama femenina se encuentran: Sheila Ocasio (Indonesia), Shara Venegas (Brasil), Stephanie Enright (Italia), Natalia Valentín (Francia), Paulina Prieto Cerame (Turquía) y Jennifer Nogueras (Polonia).
Mientras, entre los varones se encuentran: Edgardo Goas (Turquía), Sequiel Sánchez (Rumanía), Dennis del Valle (Suiza), Ángel Pérez (Italia), Fernando Morales (Grecia), Pablo Guzmán (Chipre) y Steven Morales (República Checa).