MELBOURNE, Australia — Mientras sacaba para consolidar su boleto a las semifinales del Abierto de Australia el miércoles, con un marcador favorable de 40-0, Hyeon Chung comenzó a pensar en cómo podría celebrar ser el primer coreano en meterse entre los cuatro mejores de un grand slam.
Pero el surcoreano, que no se había desconcentrado contra el número 4 del mundo, Alexander Zverev, ni contra Novak Djokovic, que atesora seis títulos en Melbourne Park, hasta llegar a cuartos de final, bajó la guardia durante unos cuantos puntos ante el 97 del ránking de la ATP, el estadounidense Tennys Sandgren.
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Desperdició cuatro puntos de partido en el último game y tuvo que defender dos puntos de break, incluyendo uno tras un peloteo de 31 golpes dominado por los reveses, antes de imponerse a Sandgren por 6-4, 7-6 (5), 6-3 en el Rod Laver Arena.
“En el último juego, creo que con 40-0, (pensé que) si ganaba un punto más haría historia en Corea”, dijo añadiendo que tenía que pensar algo para la celebración y por eso se distrajo.
“Tras el empate, un punto de break (y pensé) pero sigue jugando, sigue centrado”.
Con el pase a la siguiente ronda en el bolsillo, disfrutó totalmente del momento bromeando con Jim Courier en una entrevista para televisión a pie de pista, presentando a su padres y su entrenador al público y tomando el micrófono para hablar en coreano a los miles de nuevos aficionados al tenis de su país.
“Creo que todo el mundo está viendo el Abierto de Australia ahora porque estamos haciendo historia en Corea”, dijo.
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Chung, que ocupa el puesto 58 del escalafón mundial, es el tenista peor clasificado que alcanza las semifinales del cuadro masculino en Melbourne Park desde Marat Safin en 2004. A sus 21 años, es también el más joven en pasar a esta ronda desde Marin Cilic en 2010.
Con Chung ya clasificado y Kyle Edmund midiéndose al número seis del mundo, Marin Cilic, en la otra mitad del cuadro, esta es la primera vez desde 1999 que varios jugadores no preclasificados avanzan a las semis del primer major de la temporada.
En el cuadro femenino, Angelique Kerber vapuleó 6-1, 6-1 a Madison Keys para abrirse paso en las semifinales del torneo que inició su mejor temporada como profesional en 2016, tras derrotar a Serena Williams en la final.
La alemana también se proclamó campeona del Abierto de Estados Unidos y cerró ese año como la número uno del mundo. Pero se despidió a las primeras de cambio en el Melbourne Park el año pasado y quedó fuera de las primeras 20 del ranking femenino.
Su inicio de temporada en 2018 ha sido rutilante: se coronó en Sydney de cara al primer Grand Slam del año y procedió a solventar las tres primeras rondas con victorias sets corridos.
La alemana de 30 años ejerció un absoluto dominio el miércoles. No fue hasta el quinto game del segundo set en el que Keys logró un quiebre de saque, pero Kerber se recuperó inmediatamente para liquidarlo en 51 minutos.
Kerber se ha mantenido como la única campeona de un grande que ha seguido en competencia en el cuadro femenino desde su victoria de tercera ronda frente a Maria Sharapova. Pero una difícil victoria en la cuarta ronda ante Hsieh Su-wei, la actual número 88 del ranking, despertó las dudas sobre si Kerber había vuelto a ser la jugadores titubeante de 2017.
Contra Keys, 17ma del mundo, respondió arrasando en los primeros cuatro games para apoderarse de la manija del choque de cuartos, en esa instancia por primera vez desde el US Open desde 2016. Keys sostuvo su saque en el quinto game del primer set, pero Kerber se prendió en otra racha para irse arriba 3-0 en el segundo parcial.
Keys tuvo su mejor reacción cuando logró mantener el saque y conseguir su primer quiebre del partido. Sin embargo, Kerber no vaciló para completar el trámite en 51 minutos, totalizando seis quiebres en total.
“Los partidos contra Madison son siempre complicados”, dijo Kerber, quien ha salido airosa en siete de ocho enfrentamientos ante Keys. “Le pega fuerte a la bola, su saque es potente, por lo que desde el inicio traté de jugar como lo he hecho durante toda la semana, simplemente salir a la cancha, con mi juego y disfrutarlo”.
Para Keys, fue otra decepcionante derrota en un grande.
Keys alcanzó la final del US Open en septiembre pasado, en la que sucumbió en sets seguidos ante su compatriota estadounidense Sloane Stephens.
La rival de Kerber se decidirá más tarde el miércoles en el duelo de cuartos de final entre la rumana Simona Halep, máxima cabeza de serie, y la checa Karolina Pliskova, sexta preclasificada.