La puertorriqueña Mónica Puig, quien superó la primera ronda del Abierto de Australia luego de vencer a la australiana Samantha Stosur (4-6, 7-6 y 6-4), se medirá mañana, martes a la estonia Kaia Kanepi, una peligrosa y experimentada tenista a la que nunca se ha enfrentado.
Kanepi suma a su currículo cuatro títulos en individuales del circuito de la Asociación de Tenis de Mujeres (WTA, siglas en inglés).
Además, ha obtenido ocho campeonatos de la ITF en individuales y dos en dobles.
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La europea, sabe, por tanto, lo que es llegar a instancias definitorias, lo mismo que la puertorriqueña, ganadora de la medalla de oro en individuales en los Juegos de Río de Janeiro, pero la estonia tuvo un 2017 de gran rendimiento.
La tenista, de 32 años y 79 en el ranking mundial, llegó a estar 99 en la calsificación a principios de 2017, pero su buen rendimiento la encaramó en el listado.
La tenista del viejo continente, que mide 1.81 metro, se dio a conocer en 2010 cuando su ranking subió como la espuma: de ser 58 del mundo trepó al 25, merced a sus excelentes actuaciones de ese año en Wimbledon y el US Open.
Kanepi alcanzó el lugar 12 de la WYA en 2012 y por lesiones casi desapareció del ranking: llegó a ocupar el puesto 302 en el ranking en 2016.
Pero la jugadora volvió en gloria y majestad hace un par de años y en 2017 logró un destacado rendimiento.