Los playoffs de las Grandes Ligas ya se avecinan. El 28 de septiembre empieza a verse de cuáles cueros salen más correas.
En las distintas escuadras que luchan por posicionarse, se encuentra la crema de la crema de los peloteros boricuas.
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Aprovechamos para echarle un vistazo a varios de los jugadores puertorriqueños que dan el máximo para que en estos momentos sus equipos alcancen el tan ansiado espacio de postemporada.
En este artículo de dos partes ponemos bajo lupa a los puertorriqueños con posibilidades de jugar a finales de septiembre y en octubre. Empecemos con las “bestias”, con los que andan en boca de todos toooodo el tiempo. Esta es la generación de los duros.
Yadier Molina – Cardenales de San Luis
Comencemos con el capitán de capitanes, con el caballo de hierro, con el receptor de receptores. El pasado domingo, Yadier se puso nuevamente la careta de líder ante los Piratas de Pittsburgh: bateó un jonrón y remolcó cinco carreras para darle el triunfo, vía blanqueada, 7-0 a los Cardenales. San Luis hasta ayer batallaba con los Cachorros de Chicago por el tope de la División Central de la Liga Nacional. Los Cardenales se encuentran a dos juegos de los líderes Cachorros, pero si por ‘Yadi’ fuera, ya San Luis fuese campeón.
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Al son del trap, ese que le encanta, Molina batea para un promedio de .280 en 2017, con 17 jonrones y 72 empujadas, al menos hasta el día de ayer. Sin duda, la lucha entre Cardenales y Cachorros luce sabrosa.
Carlos Correa – Astros de Houston
Si Yadier es el capitán de la pelota boricua, este tipo es el arma más letal que existe. Carlos Correa fue Novato del Año y si no se hubiese lesionado, este año cosecharía su buena zafra de votos para el galardón de Jugador Más Valioso.
Correa se lesionó, sí, pero regresó cuando las millas cuentan. Correa en estos momentos batea para .307, con 68 empujadas y 20 jonrones. Houston tiene un trabuco y el muchacho de Santa Isabel es la joya de la corona.
Francisco Lindor – Indios de Cleveland
El bate de este tipo está tan caliente que quizás Ricardo Rosselló debió haberlo usado para detener a Irma antes de que entrara en Culebra. Lindor es el pelotero del año, y no se sorprenda si lo ve en la contienda para el Jugador Más Valioso.
El sábado pasado, por ejemplo, pegó un bambinazo para darle otro triunfo a sus Indios, que ya llevan 18 victorias en ristra. Si acaba la fase regular con 35 jonrones, no diga que no se lo dijimos. Ahora mismo, Correa batea para .294 con 73 empujadas y 29 jonrones. El nene de Caguas sabe.
Javy Báez – Cachorros de Chicago
La cabellera del “nene de las nenas” es tan brillante que la puede ver desde el satélite que tomó las fotos del
huracán Irma. Pero no se deje llevar por los tatuajes sexys y las mullidas pompis que muestra en Sports Illustrated. Estamos ante un señor jugadorazo. De hecho, hay quienes dicen que Javy es tan buena sensación taquillera que podría marcharse de los Cachorros cuando le toque negociar contrato.
Bueno…, pero vamos a los números. El marrón de Bayamón batea para .267, pero ha mejorado tanto a la hora de dar el palo oportuno que ya lleva 21 jonrones con 68 empujadas. Claro, estos números no relatan las intrépidas peripecias que realiza Báez en el terreno. A ver ahora si los Cardenales de Yadi no le serruchan el palo.
Eddie Rosario – Mellizos de Minnesota
Aquí sí hay pimienta. Este tipo hace de todo a la hora de mantener ese clubhouse en gozo. Este es un tipo que bateó 15 triples en su año de novato, pero ahora se dedica a partir sus turnos a fuerza de jonrones y dobles.
Este año lleva 29 dobletes y 21 bambinazos, lo que complementa a perfección su promedio de .289 y las 65 carreras que ha impulsado, ambas cifras, las mejores de su tierna carrera. El problema que tiene Rosario es que sus Mellizos luchan el wild card con equipos como los Ángeles y los Yankees, entre otros.
