Cleveland – El protagonismo que ha adquirido la figura del alero Kevin Durant después su brillante actuación en el tercer partido de las Finales de la NBA ante los Cavaliers de Cleveland ha generado de nuevo el debate sobre la decisión que tomó al fichar como agente libre con los Warriors de Golden State.
Durant ha vuelta a defender que su salida de los Thunder de Oklahoma City se dio porque quería estar en la mejor organización que hay actualmente en la NBA, a la que llegó sin pedir nada ni tampoco se hicieron ningún tipo de garantías.
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La historia comenzó a mediados del año pasado, ambas partes se reunieron en Nueva York para hablar de la decisión más importante en la vida deportiva de Durant. Pero nadie habló de la obligación de ganar títulos.
Todo lo contrario, se valoró la posibilidad de dar un mejor espectáculo deportivo en el campo y permitirle vivir un momento especial e importante en su carrera profesional, como le señaló el legendario Jerry West, actual consejero de los Warriors.
Cierto que ahora está a una victoria más, y conseguirá su primer título de la NBA y con muchas probabilidades que reciba también el premio de Jugador Más Valioso (MVP) de esta final porque ha demostrado que es el profesional perfecto, en el momento idóneo.
“Creo que lo dije la noche anterior, parece que él entiende que éste es su momento”, destacó el entrenador de Golden State, Steve Kerr. “Se lo ha ganado. Ha estado en esta liga durante algún tiempo, y pienso que ha alcanzado su mejor nivel en el momento más importante”.
Esa realidad deja en evidencia a todos los que le criticaron con dureza por la decisión que tomó el pasado verano. cuando abandonó a los Thunder y se hizo jugador de los Warriors.
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Algunos consideraron que el alero estaba tomando el atajo más fácil para conseguir un título, en un análisis absurdo y sin sentido, con el argumento que llegaba a un equipo repleto de talento, algo que era cierto, pero lo que quería era progresar no quedarse estancado.
Durant ha reiterado que no estaba pensando en levantar trofeos ni en que le tomaran la medida del dedo para portar el anillo de campeón.
Su meta era disfrutar aun más del deporte del baloncesto y le encanta la forma en que juegan los Warriors, así de simple y objetivo.
“No vislumbré nada, sino estar junto a buenos jugadores y mejorar cada día. Eso es exactamente lo que ocurrió durante la temporada”, destacó Durant. “No hablé con estos chicos cuando tomé la decisión para decirles que sólo quería títulos”.
Todo lo contrario, Durant no les amenazó con nada sino que quería disfrutar con ellos, ser uno más a la hora de hacer el mejor baloncesto de la NBA.
“No dije algo como que más nos valía llegar a la final y tener la ventaja a estas altura y en esta fecha exacta porque de lo contrario no vendría. Sólo dije, ‘vamos a divertirnos un poco jugando, vamos a mejorar todos juntos y ver qué pasa’”, subrayó Durant.
Lo que pasó ha superado probablemente las expectativas de todos, incluidas las de todos aquellos que lo criticaron sin ningún tipo de argumento deportivo.
Los Warriors tienen la mejor marca de la liga en la temporada regular por tercer año consecutivo, a pesar de perder a Durant en las postrimerías por una lesión de rodilla. Y en los playoffs, los Warriors han alcanzado nuevas alturas.
Ahora poseen una marca de invicto de 15-0 y tratarán de coronar la primera postemporada perfecta en la historia.
Un triple de Durant frente al alero LeBron James cuando restaban 45 segundos del tercer partido dio a los Warriors la ventaja en definitiva. Se impusieron por 118-113.
La jugada podría resultar la más importante de Golden State en esta serie y la más memorable en la carrera de Durant, que demostró de nuevo en el campo, que lo suyo es jugar el mejor baloncesto, sin especular con título, y contratos multimillonarios.
“Mi gran premio ha sido lo que he vivido durante toda la temporada y los momentos que llevamos en los playoffs”, subrayó Durant.