Houston (EE.UU.)- La presencia de los aleros estrellas, LeBron James, y Kevin Durant en las Finales de la NBA se han convertido los mayores protagonistas como jugadores que podrán definir la suerte del título que van a disputar a partir del jueves los Cavaliers de Cleveland contra los Warriors de Golden State.
En la víspera de su séptima aparición consecutiva en las Finales, octava como profesional, y a 10 años de que participó por primera vez en el duelo por el título de la liga, el reinado de James continúa sin que nadie se lo cuestione.
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Aunque los playoffs hasta ahora han sido un pase para los Cavaliers (12-1), actuales campeones de liga, en el apartado individual James ya destronó a Michael Jordan como el máximo anotador en la historia de la fase final.
James no solo se colocó en posición de ganar un cuarto campeonato, sino que intensificó el debate sobre si es o no el mejor jugador de la historia.
Cierto que James siempre ha rechazado las comparaciones con Jordan, al decir que esa conversación “solo es buena en las peluquerías” y que el original número 23 ha sido su inspiración y no su objetivo.
Pero se mostró dispuesto a hablar del asunto después de que los Cavaliers ganaron su tercer título de conferencia al hilo, al castigar en cinco partidos a los Celtics de Boston, un equipo claramente inferior.
En el último duelo de esa serie, James rebasó a Jordan en puntos totales durante los playoffs, y ahora recuerda que el exastro de los Bulls era “como un Dios” para él cuando era niño.
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Al gozar una de sus mejores postemporadas en el aspecto estadístico, con 32,5 puntos por partido, 8,0 rebotes, 7,0 asistencias y 57 por ciento de acierto en los tiros de campo después de 13 duelos, James desecha todos los argumentos sobre el verdadero Jugador Más Valioso (MVP) de la liga.
Aunque terminará detrás de Russell Westbrook, James Harden y Kawhi Leonard una vez que se entregue el premio de campaña regular el mes entrante, durante las últimas seis semanas James les ha recordado a todos que sigue siendo el referente a los 32 años de edad.
De todos sus logros, llegar a siete Finales consecutivas lo coloca cerca de la cima de la lista.
Una vez que inicie el primer juego de la serie el jueves, James se convertirá en el séptimo jugador en lograr siete Finales al hilo, y el primero desde que Bill Russell guió a los Celtics durante su dinastía de la década de 1960.
Mientras que Durant, de 28 años, no tiene todavía el palmarés que James, pero posee una gran clase como estrella que tratará de convalidar con el que podría ser el primer anillo de campeón de la NBA en las segundas Finales de la NBA que va a disputar.
La primeras las jugó con los Thunder de Oklahoma City contra los Heat de Miami en el debut de James con el equipo de Florida que le permitió conseguir el título de campeones.
El propio James, amigo de Durant, anticipó que eran joven y estaba seguro que volvería a otras Finales de la NBA y que ganaría también su primer título de campeón.
Ese momento ha llegado, Durant, hizo el movimiento correcto al dejar a los Thunder y fichar como agente libre con los Warriors, el mejor equipo que hay actualmente en la NBA desde hace tres temporadas.
“Sabía a que equipo llegaba y los objetivos que me podía marcar con ellos y el primero como es lógico era estar en la lucha por el título de liga y es lo que ya he conseguido”, declaró Durant. “A partir de esa satisfacción tengo la oportunidad de luchar de nuevo por el anillo de campeón”.
Durant, como el resto de los jugadores de los Warriors, incluido el base estrella Stephen Curry, admiten que los Cavaliers, como campeones de la NBA, son el equipo a batir y con esa mentalidad saldrán todos al campo.
Especialmente Durant, que sabe que su aportación será decisiva en la lucha que va a mantener el equipo de Golden State ante los campeones de liga con los que repartieron victorias en la serie de los dos partidos que disputaron durante la temporada regular.
“Sé que la labor de equipo será clave para que podamos alcanzar el título, pero también debemos responder cada uno de los jugadores, en el apartado individual, cuando la situación lo requiera”, subrayó Durant. “Nadie va a descubrir ahora la clase y los logros alcanzados por James, pero el duelo se presenta como algo nuevo en todos los aspectos”.
Durant por lo que ha escuchado de sus nuevos compañeros, en lo que fue la frustrante derrota de las Finales del año pasado cuando las perdieron por 3-4 al mejor de siete después de haber tenido ventaja de 3-1, el problema de la derrota no estuvo tanto en lo bueno que fueron Cavaliers sino en lo mal que jugaron los Warriors en los últimos partidos.
“No habrá concesiones desde el inicio y estamos convencidos que la historia será muy diferente tanto en la manera de luchar en el campo como en lo que va a reflejar el marcador”, valoró Durant. “Pero de nuevo, al final tendremos que salir al campo y jugar al máximo de cara a conseguir los cuatro triunfos que nos permita ganar el título”.