El campocorto puertorriqueño Carlos Correa conectó un jonrón en un lugar donde no muchos peloteros batean en el Target Field de Minnesota. El boricua alcanzó el área del jardín central conocida como “el ojo del bateador”, que es la parte oscura. El batazo viajó más allá de la marca de 411 pies en la pared del jardín central y chocó con el muro oscuro.
En la cuarta entrada del partido entre los Astros de Houston y los Mellizos de Minnesota, Correa trabajó la cuenta a 2-0 contra el abridor dominicano Ervin Santana. El próximo lanzamiento estuvo en la parte interior del medio del plato y Correa no la falló. El batazo fue sin duda y le dio la ventaja temprana a los Astros de 1-0. Fue le octavo cuadrangular de Correa en lo que va de la temporada 2017. Houston añadió otra carrera en esa entrada para despegarse, 2-0. El también puertorriqueño Carlos Beltrán anotó esa segunda carrera.
Según los número de StatCast, el batazo de Correa salió del bate a 105 millas por hora y 32 grados de despegue. La pelota alcanzó la altura de 120 pies y cayó a 444 pies del home plate. Tomó poco más de seis segundos para aterrizar.