El abridor puertorriqueño de los Mellizos de Minnesota José Orlando Berríos llegó a las Grandes Ligas en 2017 y ha probado que se debe quedar. En su segundo inicio de la temporada, Berríos tuvo la mejor salida de su corta carrera.
En lo que fue el segundo partido de una doble tanda contra los Rockies de Colorado, Berríos abrió contra el equipo líder de la división oeste de la Liga Nacional. El boricua se lució. Trabajó ocho entradas, permitió solamente dos imparables, ponchó a 11 y entregó una base por bolas. Los 11 ponches en esta salida fue la máxima marca de su carrera. Tras ceder un boleto a Tony Wolters en la octava entrada, fue removido del partido y la fanaticada lo despidió con muchos aplausos. Salió con la ventaja de 2-0.
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Los Mellizos le dieron carreras para trabajar al principio. En la primera entrada, Max Kepler conectó un sencillo remolcador para poner a Minnesota al frente, 1-0. La segunda carrera vino en la cuarta entrada, cuando Robbie Grossman la trajo con un sencillo.
Berríos regresó a las Grandes Ligas el fin de semana pasado. Dominó en su primera salida contra los Indios de Cleveland. En aquel encuentro, trabajó 7.2 entradas, permitió dos imparables y una carrera. Ponchó a cuatro y regaló una base por bolas.
Las dos salidas que Berríos ha tenido en 2017 representan un cambio drástico de su desempeño en 2016. El derecho debutó en abril de 2016 y terminó con marca de 3-7, promedio de eficiencia de 8.02, 49 ponches y 35 bases por bolas en 58.1 entradas.
El abridor tuvo varias salidas buenas en el Clásico Mundial de Béisbol con Puerto Rico. Al regresar a los entrenamientos primaverales, fue enviado a Rochester, la afiliada Triple-A de los Mellizos, ya que no participó en los entrenamientos completos y la franquicia sintió que su condición no sería apropiada para empezar la temporada.