El 2020 fue un año trascendental para la industria del cannabis. El 2021 pinta como un año aún más crítico para la industria. Los legisladores de Nueva York y Nuevo México votaron la semana pasada para legalizar la marihuana recreativa, como lo habían hecho sus homólogos de Nueva Jersey el mes anterior. Los tres planes, que elevan el número de estados que aprobaron la legalización a 17, reflejan algunas de las lecciones aprendidas, aunque en algunos casos han sido ignoradas, desde que Colorado se convirtió en el primer estado en dar ese paso en 2012.
1. Eliminación de antecedentes penales
A diferencia de los primeros estados en legalizar la marihuana, Nueva Jersey, Nueva York y Nuevo México están tratando simultáneamente de aliviar el daño causado por la prohibición. Los tres estados están creando programas de eliminación de antecedentes penales relacionados con la marihuana.
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2. Infracciones por conducir bajo los efectos
Nueva Jersey, Nueva York y Nuevo México, a diferencia de otros estados con marihuana legal, sabiamente evitaron definir las infracciones por conducir bajo los efectos de la marihuana basándose en los niveles de THC en la sangre, que no son una medida confiable de intoxicación. Los tres estados continuarán requiriendo evidencia adicional, como conducir de manera errática y pruebas de sobriedad.
3. Cafés de cannabis
Después de que los primeros estados legalizaran la marihuana, los clientes de los dispensarios, especialmente los turistas, con frecuencia tenían problemas para encontrar un lugar donde pudieran consumir legalmente la marihuana. Nueva Jersey, Nueva York y Nuevo México abordan ese problema al permitir el uso de marihuana en áreas de consumo con licencia especial.
4. Impuestos
El impuesto a las ventas de marihuana de Nuevo México es simple y modesto en comparación a las tasas impuestas por Nueva York y Nueva Jersey que ascienden hasta el 30%. Nuevo México ha impuesto una tasa inicial de 12%, aumentando gradualmente al 18% para julio de 2030. Estados como Alaska, Illinois, Maine, Massachusetts y Michigan gravan la marihuana con tasas aún menores.
Estos estados parecen reconocer que los altos impuestos dificultan que los minoristas con licencia compitan con los comerciantes del mercado negro. Es una lección que algunos políticos tendrán que aprender.
El cannabis ha tenido gran acogida en nuestra isla y ha probado ser un alivio medicinal para muchos sin las consecuencias negativas que los detractores de la industria utilizaron y continúan utilizando en sus intentos de descarrilarla. Solo tres meses han transcurrido en el 2021 y los avances en la industria a nivel nacional continúan copando titulares. Sospechamos que Puerto Rico no habrá de ser la excepción.