A más de un año y seis meses del inicio de la pandemia del COVID 19, son aún los más de 38 mil profesionales de enfermería de nuestro país los que siguen al frente en la titánica batalla de salvar vidas. Son nuestros profesionales los que día a día salen de sus hogares a enfrentarse de frente y de primera mano con el mortal virus en sus respectivos escenarios laborales. Al mirar hacia atrás a este pasado año, vemos como desde el inicio, el Colegio de Profesionales de la Enfermería y otras organizaciones han reclamado de forma vehemente la necesidad de mejorar las condiciones laborales, el salario que reciben y la falta de materiales que atentan en contra de la seguridad, vida y salud mental de nuestros profesionales de la enfermería.
Más del 90 % de nuestros profesionales son mujeres a las que no se les ha escuchado y son ellas las que han llevado la mayor carga durante esta pandemia. No solo por el cansancio físico, por las largas horas de trabajo que enfrentan y la cantidad de pacientes que se les asignan, sino porque hemos sido testigos de cómo la salud mental se deteriora después de tanto tiempo en situaciones de stress debido a esta pandemia. Aun así, vemos como los hospitales no reclutan el personal necesario y cómo el gobierno no ha priorizado otorgarle los incentivos económicos que tanto merecen.
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Durante esta pandemia hemos sido testigos de enfermeras que indican tener que lidiar con: síntomas de ansiedad, fatiga y agotamiento debido a la falta de los profesionales de la salud en los diferentes escenarios laborales. De igual modo, enfrentan tristeza y temor por tener que lidiar cada día con salas de emergencias llenas de pacientes positivos al COVID-19 y pensar que en cualquier momento se pueden contagiar, llevar el virus al hogar y perjudicar a su familia. Todas estas situaciones crean sentimientos de impotencia, de ansiedad e inseguridad frente a lo que observan todos los días en sus áreas de trabajo por no tener disponibles los equipos de protección, entre muchas otras preocupaciones.
En el Colegio de Profesionales de la Enfermería de Puerto Rico hemos dirigido parte de nuestros esfuerzos hacia la vacunación para las enfermeras, enfermeros y la comunidad en general del país. En la Sede del CPEPR hemos vacunado contra el COVID a más de 28,000 participantes con la vacuna de Moderna, 554 con la vacuna Pfizer, 5,000 con la vacuna Janssen, y se han vacunado a 300 participantes con la vacuna de Influenza. Además, se ha impactado sobre 3,000 personas a través de las pruebas COVID Serológica y Antígenos. Para este gran esfuerzo y compromiso genuino participaron 250 profesionales de enfermería de manera voluntaria en representación de nuestros ocho Capítulos de la Junta de Gobierno. Actualmente, el Colegio mantiene el esfuerzo de vacunación al servicio de nuestras enfermeras y enfermeros y la comunidad en general. Estos trabajos de vacunación provistos por nuestro Colegio en las distintas regiones del país los hemos realizado sin recibir ningún fondo público, o externos de tipo alguno. Solo hemos recibido donaciones de equipo de protección.
Desde el Colegio de Profesionales de la Enfermería hacemos un llamado urgente a toda la ciudadanía a que se vacunen como parte de los esfuerzos comunitarios de controlar esta pandemia. Si no lo hace por usted o su familia, hágalo en apoyo a los profesionales de la enfermería de nuestro país los cuales han dado cátedra de valentía, incluso con el último sacrificio que es dar la vida. Hemos perdido 15 profesionales de la enfermería a causa del COVID 19. ¡Vacúnese y ayúdenos a ayudar!