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Opinión de Julio Rivera Saniel: Jasmine: puertorriqueña y punto

Lee la columna de opinión del periodista Julio Rivera Saniel

Al que más y al que menos se le escapó una lágrima el lunes cuando Jasmine Camacho Quinn subió a recoger su medalla de oro olímpica en Tokyo. Lo hizo con aquella Flor de Maga que adornaba su pelo crespo mientras intentaba secar de su rostro aquella racha interminable de lágrimas. Para ella, la emoción del triunfo soñado. Para todos una estampa que nos dejó más de una lección aprendida.
La primera nos habló de identidad. Nos recordó que para un pueblo dividido por procesos migratorios que nos han dejado la mitad del país fuera de nuestras fronteras geográficas, la puertorriqueñidad es -en definitiva- mucho más que un asunto de código postal. Jasmine, como tantos otros hijos de la diáspora, nació fuera de la isla. Donde le tocó. Incluso habla poco español. Sin embargo, su madre -de Trujillo Alto- ha sido fundamental a la hora de construir la identidad de esta mujer que , habiendo tenido la posibilidad de representar a Estados Unidos, escogió representar al país que creció pensando suyo. Con ella, miles de hijos y nietos de nacidos en la isla que, queriendolo o no, han echado raíces fuera de la isla. Jasmine nos deja claro que la identidad es un asunto en el que las opiniones de otros sobran. No seré yo quien le diga a alguien más quién es o a dónde pertenece.

La segunda nos habló de disciplina. Jasmine sufrió un enorme tropiezo en su primera representación de la isla en el pasado ciclo olímpico. Pero aquel tropiezo no fue suficiente como para frenarle en su afán. Entrenar para ser mejor y más fuerte. Para hacerse del oro. Jasmine insistió, corrió y ganó.

La tercera nos habla de equidad. El triunfo de Jasmine nos recuerda que solo mujeres puertorriqueñas han alcanzado el oro olímpico. Ahora Jasmine, pero antes Mónica Puig y Gigi Fernández (en representación de Estados Unidos) han alcanzado el máximo reconocimiento del deporte mundial. Aun así, muchas de nuestras deportistas reciben compensaciones inferiores a sus pares en las mismas disciplinas o son subestimadas por las compañías que patrocinan a los atletas. La propia Jasmine apenas tuvo endosos comerciales a pesar que los expertos le ubicaban como una de las pocas atletas de la delegación con posibilidades reales de alcanzar medallas.
Gracias Jasmine, por las lecciones. Te celebramos y te esperamos para darte el abrazo de esta patria que sabes tuya. Esta es tu casa y la de todos aquellos boricuas que han nacido donde la vida se los ha permitido. O dónde les ha dado la gana.

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