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Opinión de Danna Hernández: Si no lo celebras tú, ¿quien?

Lee la columna de opinión de Danna Hernández

Danna Hernández Metro PR

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Hay días en que las cosas no tendrán sentido, en los que sientes que la vida va “patas arriba”, donde todo parece estar retrocediendo… y no hablo de todos los planetas retrógrados. La vida siempre nos presentará oportunidades para evaluarnos y replantear nuestras realidades si decidimos mirar con ojos abiertos. Cada puerta que se cierra es una invitación a algo mejor. Hay un refrán que dice “rejection is just redirection”. Aunque a veces no veamos o no queramos ver, la luz al final del túnel siempre se pone mejor. Deja de lamentarte por lo que fue e invierte todas esas energías organizando y planificando para lo que puede ser.

Todo es cuestión de perspectiva y la tuya es la más importante cuando se trata de ti y tus procesos. De la manera en que te miras, te tratas y te mimas es como el mundo te responderá. La vida no responde a palabras, responde a intención, acción y energía. Todos tenemos nuestra historia y tu eres responsable por la tuya. Tu vida es un canvas y tú decides como pintarlo. Para observar cambios verdaderos tenemos que comenzar con nosotros mismos y como nos hablamos. Piénsalo. Si tu hermana menor, tu mejor amiga o tu hija vinieran a donde ti a sabotearse, ¿Qué les dirías? ¿Confirmarías todas sus criticas o les harías ver los mujerones que son? Háblate con amor, con compasión y celebra tus pequeños avances por más simples que sean. El éxito es la suma de pequeños hábitos y momentos que se fueron sumando hasta cumplir con el resultado deseado. 

Dentro de ti existe un niño/a interior que solo quiere ser celebrada, aceptada y validada por ti. Existen distracciones y distintas maneras de buscar aprobación y satisfacción momentánea fuera de ti, pero te prometo que será muy efímero y jamás llenará los vacíos que solo tú puedes. Regálate todo eso que indudablemente le regalas a los demás, dale el beneficio de la vida a tu historia y confía en el plan. Date el permiso de celebrar tus avances y tus procesos sin cuestionarlo todo. Vive, ríe, llora si es necesario, vuelve a reir, respira, celebra… ¡estás viva/o!

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