Se supone que el instinto del ser humano sea protegerse a sí mismo. Desde que nos enteramos de la existencia del COVID-19, en diciembre del 2019, se han contagiado 174 millones de personas y han muerto aproximadamente 3.75 millones. En Estados Unidos se han contagiado 33 millones y han fallecido 600 mil, mientras que en Puerto Rico 175 mil se han contagiado y 2,500 han muerto.
En el caso de la vacuna contra el COVID-19, se han administrado 285 millones de dosis en Estados Unidos y se han reportado 5,000 muertes de personas fallecidas tiempo después de administrarse la vacuna, pero no porque se hayan vacunado. Luego de esos fallecimientos no existe evidencia que apunte a que haya sido la vacuna la causante de la muerte, esto tras las autoridades revisar actas de defunción, informes de autopsia e historial clínico de los fallecidos. En el caso de la vacuna de Jonhson & Johnson hubo alrededor de 10 muertes debido a coágulo sanguíneo tras vacunar a 8 millones de personas, pero ese causante también puede ser natural en personas como las fallecidas, es decir, igual pudieron fallecer por eso sin haberse vacunado.
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La estadística apunta a que en el mundo han fallecido el 22% de los que se contagiaron, en Estados Unidos el 18%, y en Puerto Rico, donde se tomaron medidas agresivas, solo el 14%. Personas fallecidas, casualmente después de administrarse la vacuna , representan el 0.00003%. No llega ni a medio porciento, y en Puerto Rico no se ha registrado ningún caso. Con ese panorama, la conclusión debe ser que es 20 veces más probable que usted muera por Covid-19, si se contagiara, que por ponerse la vacuna.
¿Qué mayor incentivo para vacunarse que poder mantenerse usted y a sus hijos con vida?
Desde que la ciudadanía comenzó a vacunarse de forma masiva, sin restricciones, las hospitalizaciones y muertes se desplomaron en Puerto Rico. De 522 hospitalizados que hubo en marzo, bajó, desde la semana pasada, a menos de 100 por día, y así se ha mantenido. La vacuna está hacienda su trabajo.
Sin embargo, en Puerto Rico no alcanzamos la “inmunidad de rebaño” que esperabamos tener a esta fecha porque las personas se aguantaron. Las historias de largas filas, de personas colándose y buscando desesperadamente la vacuna, cambiaron a historias de un ruego para que vayan a vacunarse. Eso coincidió, desconozco si es la razón principal en miles de puertorriqueños, con las historias de otras jurisdicciones en el sentido de que estaban pagando por vacunarse.
El gobierno de Puerto Rico copió el modelo de pagar a los ciudadanos por algo que deberían hacer como responsabilidad con ellos mismos y con la sociedad. El pasado lunes, el gobernador Pedro Pierluisi anunció que estarían utilizando parte del dinero de ayudas por la pandemia para hacer loterías y rifas con, por ejemplo, estadías, autos y otros. En mi opinión, eso es tan sensato como promover que la gente vaya a trabajar enviándoles un cheque por hacer nada en su casa.
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Es increíble que haya seres humanos que lleguen al punto de entender que el gobierno también tiene que pagarles si es que quieren mantener sus posibilidades de vivir, que el nivel de joceo llegue al punto de arriesgar su vida “si el gobierno no me paga”. Y hablo del que teme vacunarse, pero si le dan dos pesetas, entonces es capaz de ponerse la tres vacunas a la vez. “Ay Alex, pero ¿y si me gano un carrito?”. ¿Y tu seguridad? ¿Y la de tus hijos? ¿En serio que un carro tiene más valor?
Hace unos días falleció una adolecente de 13 años por Covid-19. Tengo dos hijos y por más que pueda imaginar el dolor de un padre o madre que pierde un hijo, debo quedarme corto con esa imaginación. Jamás me perdonaría que uno de mis hijos pague con la vida una irresponsabilidad mía de no querer vacunarlo por estar creyendo las imbecilidades inventadas de las redes sociales.
Ahora bien, sí creo que el gobierno debe promover la vacunación. Si hay una preocupación con el sector joven que resiste a vacunarse, contraten varios productores, monten varios espectáculos con varios artistas grandes, medianos y pequeños que apelen a este sector en espacios grandes. ¿Condición para entrar? Pagar un boleto a precio popular, solo para pagar la producción, y estar vacunado. Estos exponentes urbanos tienen también una responsabilidad con su público, con su pueblo, y probablememnte canten gratis o por una dieta. Eso es solo un ejemplo y creo promovería más la vacunación en ese demográfico que la posibilidad de ganarse un carro o una estadía compitiendo con cientos de miles de personas.