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Opinión de Danna Hernández: Todas queremos ser empoderadas… pero, ¿lo somos?

Lee aquí la columna semanal de Miss Empowered.

Danna Hernández

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Si nos dejamos llevar por la definición de la Real Academia Española se trata de “hacer fuerte o poderoso a un grupo desfavorecido” o “dar a alguien influencia o autoridad por hacer algo.”

Pero llevándolo a la vida real, ¿Qué realmente es ser una mujer empoderada? ¿Sabes como aplicarlo en tu vida?

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Para mí ninguna de estas dos definiciones da en el clavo de lo que es ser una mujer empoderada. Una mujer empoderada para mí es una mujer que se ama, que se reconoce y que busca mejorarse, elevarse y avanzar en su vida cada día más. Una mujer que se tiene como prioridad porque sabe que no puede servirle a su propósito, a su familia, su trabajo y su comunidad sin antes cuidarse y mimarse ella. Es una mujer que a pesar de los tropiezos no de deja caer, se levanta con más fuerzas y reconoce que es alquimista en su vida. Una mujer que sabe que no existen coincidencias, que todo es parte de un plan Divino para nuestro propósito de vida.

Hay una parte del empoderamiento que es crucial y de la que muy pocos hablan. Se trata de establecer límites… en nuestras relaciones personales, en el trabajo, en la sociedad, en las redes sociales. Lo hacemos para honrar nuestra salud mental, nuestro bienestar, cuidar relaciones, apoyar nuestra autoestima y nuestra autonomía. Los límites se pueden presentar como: decir no cuando no puedes asumir más responsabilidad, establecer límites en relación a temas personales y/o intimidad, límites de tiempo y espacio. Muchas veces las personas piensan que, dando inmensurablemente, incluso cuando no quieren…  es hacer un gran favor. Pero dar sin realmente sentirlo nos deja sintiéndonos súper resentidos y al final nos desgasta.

Conocer nuestros límites es necesario para nuestro desarrollo personal y una autoestima saludable.

Otra parte del empoderamiento es respetar tu cuerpo y hacerlo tu amigo. Es nuestro vehículo de vida y cada vez que consumimos un alimento estamos previniendo o alimentando una enfermedad. Nuestra salud es prioridad. Vivimos en una cultura que se aprovecha de las inseguridades de las personas intentando decirles que está y no está bien con sus cuerpos.

En fin… adueñarse, aceptarse y amarse incondicionalmente es clave.

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Muchísimas gracias por leerme, ¡nos vemos la semana que viene!

Hasta luego,

Miss Empowered.

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