La salud pública no puede ser un mero estribillo de campaña. El gobierno tiene la obligación de llevar una política pública efectiva para controlar la propagación del COVID-19 que hoy nos afecta. En las pasadas semanas hemos estado observando el preocupante aumento en los casos de COVID-19 en Puerto Rico. Sin embargo, el gobierno ha sido extremadamente lento en reaccionar e implementar medidas adicionales que ayuden a detener este peligroso aumento en casos, tasa de positividad y hospitalizaciones. Hace semanas, profesionales de la salud ya recomendaban medidas de mayor severidad por un periodo de tiempo específico para evitar el nivel de contagio en el que nos encontramos.
De esas expresiones podemos establecer que tenemos que requerir a los restaurantes la utilización de comedores en exteriores y controlar su capacidad, no permitir la utilización de comedores interiores y regresar a promover el recogido de comida o servicios de entrega. Es hora de promover la cancelación temporera de actividades fuera del núcleo familiar principal y eliminar actividades no esenciales los fines de semana, manteniendo abiertos comercios como gasolineras, supermercados, farmacias, hospitales y otros servicios de reparación (mecánica, ferreterías, plomerías, etc).
PUBLICIDAD
Ya es hora de crear un sistema de vigilancia genómica para conocer datos importantes sobre las distintas variantes del COVID-19 en Puerto Rico. ¿Dónde están las medidas para atender los miles de viajeros que están llegando a Puerto Rico a través de nuestro aeropuerto? Es imposible controlar los contagios cuando 390,500 viajeros llegaron el mes pasado a nuestra isla, más de la mitad de ellos sin presentar pruebas, y con la obligación de una supuesta cuarentena que no cumplen.
Finalmente, es momento de iniciar un plan de transición a modalidad virtual en la rama ejecutiva, legislativa, judicial y municipal donde se sustituyan las computadoras de escritorio por computadoras portátiles y así llevar nuestra fuerza laboral al siglo 21 donde se puedan proveer servicios esenciales de forma virtual, dinámica y eficiente a la ciudadanía.
Gobernador, para los puertorriqueños, nada es más importante que atender esta peligrosa epidemia que hoy amenaza sus vidas.