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Opinión de Alejandro Figueroa: Biden, Harris y la crisis de inmigración

Lee la columna de opinión del abogado estadista, Alejandro Figueroa

Alejandro Figueroa Metro PR

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La crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos ha puesto a la administración Biden en una posición difícil. La semana pasada, el presidente Joe Biden designó a su segunda al mando, la vicepresidenta Kamala Harris, para encabezar el esfuerzo por frenar la migración de familias y niños no acompañados que huyen de México y Centroamérica en busca de la salvación al otro lado de la frontera de Estados Unidos.

Esencialmente, Harris tendrá dos objetivos: trabajar para frenar el flujo de migrantes abordando las causas fundamentales que los llevan a abandonar sus países de origen, y fortalecer las relaciones con México, El Salvador, Guatemala y Honduras, de donde proviene la mayoría de los migrantes.

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Harris deberá desempeñar el papel de diplomático y abordar cuestiones que van desde la pobreza hasta el desarrollo internacional, la seguridad fronteriza y la aplicación de la ley. La buena noticia: Biden confía en Harris con esta importante tarea. La mala noticia: Biden confía en Harris con esta importante tarea.

Demuestra una confianza bien puesta en Harris, quien hizo historia cuando se convirtió en la primera mujer afroamericana y asiáticoamericana elegida a la vicepresidencia. La ex-fiscal general de California y senadora de los Estados Unidos tiene la capacidad para ser eficaz y exitosa en su desempeño. Pero la inmigración es un territorio tenso y peligroso para esta joven administración. Los demócratas pasaron años criticando al expresidente Donald Trump por su mal manejo de la crisis fronteriza y por la hostilidad de su administración hacia, y la violación constante de los derechos de, los inmigrantes.

Ahora es el turno de Biden, quien ha delegado este asunto en Harris. Los vicepresidentes, ansiosos por demostrar su valía, a menudo son recompensados con las tareas más espinosas. Por ejemplo, el año pasado, cuando Trump asignó al entonces vicepresidente Mike Pence para dirigir el Grupo de Trabajo sobre el Coronavirus de la Casa Blanca, lo primero que pensé fue: “Bueno, ahí va esa carrera política”.

Pero el mayor obstáculo de Harris no tendrá su sede en Centroamérica. Es aquí mismo, en casa, donde legiones de activistas y funcionarios electos republicanos están ansiosos. Su objetivo es demoler todas las iniciativas de la administración Biden, y específicamente descarrilar una que busca una política humana para manejar a los migrantes desesperados que buscan puerto seguro.

Ya están criticando a Harris, etiquetando su historial como leniente en la aplicación de la ley de inmigración. No quieren que Harris tenga éxito. Por eso debe asegurarse que su desempeño sea todo un éxito.

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