Las elecciones del 2012 fueron las primeras en las que no tuve alguna función electoral, pues fui candidato a la Cámara. Desde 1984 hasta el 2008 había sido funcionario de colegio, coordinador de unidad y comisionado electoral de precinto. Esas experiencias me dieron la oportunidad de aprender sobre el proceso electoral, la importancia de la presencia y el trabajo de nuestros funcionarios electorales, que eran y son el balance y la sensatez de muchas trifulcas sin sentido de rojos y azules, el respeto incólume a la voluntad del elector en el voto y su posterior adjudicación, la defensa acérrima de los votos por el PIP y sus candidatos elección tras elección. La constancia, la perseverancia y el optimismo siempre han estado presente en los funcionarios y funcionarias pipiolas.
Luego de las elecciones del 2012, las últimas con conteo manual de los votos, se llevó a cabo el escrutinio, en el que participaron más de cien personas en representación del PIP. Con su trabajo patriótico, nuestros funcionarios rescataron 11,500 votos para María de Lourdes Santiago, sufragios que no solo le habrían sido robados a ella como candidata sino, también, a esos miles de electores cuya voluntad era votar por María de Lourdes. Al igual que en esa ocasión, los funcionarios del PIP, junto a nuestro Comisionado Electoral, están presentes en el actual escrutinio, batallando en defensa de todos los votos, señalando como siempre cualquier irregularidad e ilegalidad, revisando actas, contando y adjudicando votos a quien por ley y justicia le correspondan, a pesar de la “Reforma Electoral” que mutiló el proceso.
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En el 2012, luego de reunirme con nuestros funcionarios en el receso del mediodía, estos marcharon juntos de regreso a sus labores entonando el himno revolucionario, la Borinqueña de Lola Rodríguez de Tío, demostrando una vez más que sus funciones en dicho proceso están enmarcadas en la responsabilidad, honestidad, dignidad y el orgullo de representar al PIP, y como expresa el himno, en reafirmar por lo que luchamos: ‘’Vámonos borinqueños, vámonos ya, que nos espera ansiosa, ansiosa La Libertad.”
