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Opinión de Alex Delgado: ¿Quién gana las elecciones?

Lee la columna de opinión del periodista Alex Delgado

Alex Delgado Metro PR

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Esta es mi última columna de opinión en Metro antes de las elecciones del próximo martes. ¿Quién o quiénes son los que mayor probabilidad tienen de obtener más votos para la gobernación en esta contienda? ¿Qué efectos pueden incidir en el resultado final? Veamos:

Eliezer Molina

Este candidato, desde mi punto de vista, ya obtuvo sus 15 segundos de fama. Decir que es una candidatura para llegar a la gobernación es algo irreal. ¿Que es para llevar un nuevo mensaje? ¿En qué se diferencia su mensaje del establecido por el PIP, o el de Alexandra Lúgaro en el 2016 y el 2020? Es un mensaje repetido y cíclico. No hay algo novedoso en esta candidatura.

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Dr. César Vázquez

No tiene posibilidad de jugar un papel “decente” en términos de números electorales porque no ha logrado mover el piso, ni siquiera, del sector conservador en la isla. No hemos visto el sector religioso saliendo a hacer campaña por una figura con la que uno entiende se identifican. En ese aspecto si el Dr. Vázquez no ha provocado esa euforia en el sector conservador, menos lo hará fuera del mismo.

 

Juan Dalmau

El senador independentista tampoco corre para ganar la gobernación. La independencia es rechazada por la inmensa mayoría del pueblo y nunca ha logrado avanzar. Por más que diga el senador que pueden votar por él porque no traerá la independencia este cuatrenio, no creo se trate de eso y sí más de cuánto podría intentar acercarla con una relación contensiosa con el gobierno federal, en momentos en que el pueblo ha visto la necesidad de mantener una relación fuerte con Estados Unidos. Por más que recalque que no traerá la independencia y pareciera alejarse un poco de esa prioridad, sigue teniendo la etiqueta de independentista y eso no vá con la inemsa mayoría del electorado. La lucha de Dalmau es, en primer lugar, lograr mantener al PIP inscrito después de 20 años perdiendo la franquicia, y en segundo lugar, no permitir que el recien nacido Victoria Ciudadana se convierta en la tercera fuerza electoral, por encima del legendario PIP. Ahora, independientemente de mi opinión sobre el resultado final, Dalmau ha llevado la mejor, y más efectiva campaña. Enfocado, sabe a quién busca y cómo hablarle. Ha sido un extraordinario candidato, el mejor presentado en esta contienda, y a quien no se le ha podido señalar negativamente. Es un nombre, indudablemente, limpio e impeccable. Sin que constituya un endoso, conociéndolo, es un buen candidato y, sacando lo ideológico, no dudo pueda ser un gran gobernador si llegara, en términos generales.

 

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Alexandra Lúgaro

Tampoco tiene posibilidad de ganar la gobernación. No hay duda que se vive la película de que en estas elecciones puede dar la sorpresa y convertirse en gobernadora, pero eso no vá a pasar. Ahora bien, aunque fue Rogelio Figueroa quien rompió el hielo en el 2008 retando al tripartidismo electoral, ha sido Lúgaro quien ha logrado estremecer de verdad, en términos electorales, a los partidos tradicionales. Tuvo un extraordinario y sólido tercer lugar en las pasadas elecciones. Cuando digo “sólido tercer lugar” no lo hago de forma despectiva. Obtuvo 11% de los votos como candidata independiente, cuando lo más alto de un tercer lugar había sido cerca de un 5% en los pasados 40 años. Es una candidata que levanta pasiones. Gran parte de sus seguidores son lo más parecido a los llamados “Rossellistas” en términos de fanatismo político reciente. No pueden escuchar a alguien decir algo negativo de ella, aunque sea una bobería, porque se sienten ofendidos, blasfemados y salen “a matar” por ella. ¿Recuerdan cuando decían que el Rossellismo era algo parecido a una secta? Pues igual ocurre con el “Lugarismo”. Esto, en parte, evidencia que es la candidata que más pasión, favor y en contra levanta.

 

Charlie Delgado

Tuvo momentum recien ganada su candidatura por ser el “underdog”, sin embargo, ha ido desinflándose como candidato. Sus constantes cambios de posturas, contradicciones, el no saber algo tan básico como el nombre del presidente de la Junta de Supervisión Fiscal,  entre otras cosas, le han restado y opacado el brillo que lució al convertirse en el candidato oficial del PPD. Sin embargo, tiene un partido detrás que, aún con el desgaste y el desencanto, sigue siendo una de las principales fuerzas electorales, lo que le brinda oportunidad de ganar. Su amenza se llama Juan Dalmau y Alexandra Lúgaro. El PPD es una colectividad que recoge de diversos sectores, máxime del sector izquierdista cuando no hay candidatos atractivos que provoquen a ese electorado. En esta elección ese modelo de candidato está representado en las figuras de Dalmau y Lúgaro. Por eso la campaña de miedo en el PPD de que votar por Lúgaro y Dalmau es ayudar al PNP a mantenerse en el poder. Eso responde a que el PPD vé en estos candidatos independentistas una fuerza real, no para ganar, si no para hacer perder a la pava. La campaña de miedo siempre funciona en algunos sectores. Lo que está por verse es si es una cantidad considerable en estas elecciones. Si tienen éxito con la campaña de miedo, las intenciones de las candidaturas de Lúgaro y Dalmau, en la competencia por ver quién es la sólida tercera  fuerza electoral se desinfla.

 

Pedro Pierluisi

El escenario está para que Pedro Pierluisi pierda. Al igual que Charlie Delgado, tiene un desgastado y desacreditado (por culpa de sus propios líderes) partido detrás de él, pero aún con esos puntos negativos, el PNP, también sigue siendo una fuerza electoral. Este cuatrenio ha sido el peor gobierno presentado por la Palma, y lo natural es que sea castigado por el electorado. El liderato del PNP está tan conciente del desencanto existente en sus huestes que tuvieron que inventar otro  plebiscito y poner la estadidad en juego para que cargue a la colectividad intentando sacar de sus casas a los estadistas. Esto porque saben que hay una  decepción azul. Como el PPD, el PNP también tiene montada su campaña de miedo al ubicar a Delgado como independentista por vía de la soberanía. Contrario a Charlie, Pierluisi no ha tenido momentum, no la ha sacado del parque. Entre los cuatro candidatos principales, el líder de la palma no ha destacado o provocado algo que haga que en algún momento todos se fijen en él. Ahora, Puerto Rico pasa un momento complicado, y eso es utilizado por la campaña de Pierluisi para enviar el mensaje de que no es momento de experimentar y que su fortaleza es su experiencia gubernamental y sus contactos en Washington para enderezar el rumbo de este barco a la deriva. ¿Es eso bueno, irrelevante o malo? Será algo que veremos el próximo martes o miércoles cuando estén los resultados finales.

Como la inmensa mayoría, pienso que hay un desgaste y disgusto tanto con el PNP, como con el PPD, pero pensar que por eso no tienen fuerza para ganar y que Lúgaro o Dalmau pueden prevalecer, pues es no conocer mucho de historia, política y elecciones. Al menos en este momento no va a pasar. ¿Ganará un candidato que no sea PNP o PPD en el futuro? Si los dos partidos principales siguen comportándose como en los pasado 20 o 30 años, eso es muy probable que ocurra. Pero no lo veo en los próximos dos o tres ciclos electorales, a menos que uno, o ambos, se desintegren y renazcan como una nueva colectividad. Eso  ha ocurrido en el pasado.

Pedro Pierluisi y Charlie Delgado luchan, pienso de forma cerrada, la primera posición, mientras el PIP y MVC se pelean por la tecrera. Será hasta el próximo jueves, con el análisis de los resultados.

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