“He dado instrucciones a los directores de mi campaña que en las próximas dos semanas no hagan ninguna actividad que propenda la aglomeración. Vamos a hacer aquella que sea individual, en vehículos, donde no haya aglomeración… Para mí, en este momento, lo más importante es la salud y la vida del pueblo puertorriqueño. Quiero la salud y la vida del pueblo y eso va por encima de cualquier consideración política”, dijo la pre-candidata Wanda Vázquez el lunes pasado a las 4:21 pm.
Sin embargo, dos a tres horas más tarde echó nuevamente por la borda sus palabras al liderar un mítin político con aglomeración de personas, sin distanciamiento físico y en el que agitaba a los presentes con el “¡Arriba la Palma!”. Una de las convocatorias de la actividad política fue el mismo lunes a las 11:17 am, en una cuenta de campaña de la candidata. Dicha convocatoria era para todos los servidores públicos. Cuando expresó a las 4:21 pm que estaba cancelando las actividades políticas, era de esperarse que ese evento fuera cancelado porque “lo más importante es la salud y la vida de los puertorriqueños”. O sea, no debe ser que la salud y vida serán importantes a partir de tal día a tal hora, ¿o sí?.
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¿Como puede decir que lo más importante para ella es la vida de los puertorriqueños y dos horas más tarde aglomerar a sus seguidores, sin distnaciamiento, en momentos en que los casos están repuntando?. Como líder de sus seguidores, responsable no fue, muchísimo menos como gobernadora bregando con el problema más serio de contagio en este milenio. Todo lo contrario, fue muy irresponsable y cuando usted es capaz que comprometer la salud de los suyos por una candidatura, queda convencido que los intereses personales o aspiracionales van por encima de lo que sea.
Esto sigue validando, por sus propios actos, que la palabra de la gobernadora tiene muy poco valor y cuando una persona no respeta su propia palabra, de forma consistente, pues nada se le puede creer. A la gobernadora no se le puede creer muy poco.
El martes, en una conferencia de prensa, cuando se le inquirió sobre su contradicción, entonces solicitó que fiscalizaran por igual a los demás candadidatos. Pero…pero… pero… ¿en serio? O sea, ¿para ella se trata de un juego político? Ella es la gobernadora, la líder principal del gobierno de Puerto Rico, la que tiene en sus manos el manejo de una pandemia. Se supone que dé el ejemplo y que practique lo que le exige al pueblo. Parece inverosímil que la actitud de una gobernadora fuese “¡Ay, pero miren a los demás, díganselo también!”.¡Claro que a todos hay que exigirles! Y, en mi caso, lo he hecho en radio y redes, pero como le digo, usted es la gobernadora, su vara está más alta y debe llenar la espectativa de madurez gubernamental y política. A estas alturas debería entenderlo.
Ya lo dijo Ricardo Rosselló cuando expresó “cogemos de pen… hasta a los nuestros”. Esa filosofía de Ricardo Rosselló parece haber sido abrazada por la candidata Vázquez ,y cuando ni siquiera hace una esfuerzo para disimularlo, raya en la falta de respeto a “mi pueblo”. Es como si entendiera que sus receptores son gente ignorante, inculta, incapaz de darse cuenta cuando intentan cogerlos. La gobernadora, exactamente igual a Carmen Yulín Cruz, aseguró que no aspiraría a la gobernación. Este caso de la campaña es el más reciente de sus tomaduras de pelo “a mi pueblo”. No podemos olvidar que luego de asegurar que no aspiraría a la gobernación, anunció que sí aspiraría y al cuestionársele, expresó “yo no prometí que no iba a aspirar”. O sea, que para ella, ¿si no hay “pinky promise” no le deben creer nada? Sin duda hay sectores de “mi pueblo” que lo creen todo, que defenderán las contradicciones y los paquetes que le meten sus líderes. Pero apostar a que la mayoría del pueblo es así, ¡está duro mi hermano!
Aclaro que no me refiero a la totalidad de sus seguidores porque, como en todo, también conozco personas inteligentes y capaces que le apoyan. Mi punto es que, en términos de masas, de cara a una primaria, al parecer la candidata Vázquez entiende que la mayoría de los electores no tiene la capacidad de discernir y pensar de forma crítica. Veremos en unas semanas si ella calibró bien.
Para algunos este escrito puede resultar muy fuerte, pero fuerte es lo que está ocurriendo y más fuerte es ver a la gobernadora, a estas alturas de una pandemia, tratando de coger al pueblo… con los juegos de palabras, como si esto fuera un chiste. Mientras más enérgica es la irresponsabilidad, más enérgico debe ser el señalamiento. Gobernadora, por favor, no juegue a la política con una pandemia, con la salud del pueblo. Sea el ejemplo con sus acciones, no con palabras que con frecuencia carecen de verdad.