Esta semana la gobernadora Wanda Vázquez firmó el proyecto que viabiliza la celebración de otro plebiscito sobre status. Esta firma es sin duda el nuevo espejismo del PNP para engatusar a sus electores y tratar de llevarlos a votar. Este nuevo truco novoprogresista responde a que saben bien que sus ejecutorias como gobierno mantienen a miles de estadistas indignados y sin motivación para darles la confianza nuevamente.
El espejismo busca que la gente olvide que son el primer gobierno con dos gobernadores expulsados; Rosselló por su vergonzosa conducta y Pierluisi por juramentar de manera inconstitucional. Busca que los electores olviden las casi una docena de investigaciones federales por corrupción, los millones en contratos para que KOI dirigiera operativos políticos desde las agencias de gobierno y los contratistas privados destacados en agencias gubernamentales para controlar contratos.
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Con este invento, el PNP quiere que el país olvide que luego del huracán María trataron de esconder más de 4 mil muertes, manejaron de manera mediocre los casos de leptospirosis, el servicio de diálisis y la reparación del sistema eléctrico. Nadie se engañe, el gobierno PNP quiere que sus huestes vayan a votar por su promesa de estadidad y olviden que en momentos de emergencia montaron una estructura para repartir ayudas donde más le convenía políticamente y no donde la gente la necesitaba y que escondieron vagones y almacenes de suministros que debieron llegar rápido a los necesitados.
El PNP ve el plebiscito como un antídoto para borrar de la memoria colectiva el chat de telegram, la reforma laboral que tantos derechos quitó y las acusaciones federales de jefas de agencias en áreas medulares como educación y el plan de salud del gobierno. Piensan que otra oferta de votar por la estadidad será suficiente para que miles olviden que para enfrentar la pandemia del COVID19 nunca tuvieron sistema de rastreo, trataron de encubrir una compra fraudulenta de pruebas y mantuvieron a cientos de miles sin ingresos a causa del desastre en el Departamento del Trabajo y la tardía reacción del Departamento de la Familia. Esa es la apuesta de la Palma. ¿Caerán los buenos estadistas en otro espejismo del PNP?