El 2020 ha sido para Puerto Rico un año extremadamente difícil. Mientras eso sucede, la operación gubernamental controlada por el PNP está sumergida en una guerra fratricida ocasionada por la primaria entre Wanda Vázquez y Pedro Pierluisi. Esa batalla está devorando la capacidad de ejecución de nuestro gobierno en el momento en que más lo necesitamos, pues desde que la gobernadora anunció su candidatura se abrieron las compuertas en el PNP y los efectos comenzaron verse de inmediato.
Los primeros indicios se dieron con el despido de secretarios de gobierno percibidos o conocidos simpatizantes de Pierluisi como sucedió en los Departamentos de Vivienda y Familia. A eso se une el intento de despido del Administrador del Fondo de Seguro del Estado y las escaramuzas entre los bandos en agencias del gobierno. La situación es tan grave que en medio de esta emergencia y de asignaciones millonarias e históricas del gobierno federal, la Comisionada Residente y la Gobernadora han estado comunicando sus “preocupaciones” por mensajes de texto y tweets y no es hasta esta semana que al fin se vuelven a reunir. Lo mismo sucede entre la Asamblea Legislativa y el Ejecutivo.
Todos saben que la Cámara de Representantes responde a Pierluisi, razón por la cuál durante estos meses los jefes de agencia han pasado el Niagara en bicicleta cada vez que son citados a una vista pública pues son tratados como “la oposición”. Esa es la razón por la que aún no se establece una fecha para la primaria pues los wandistas empujan una y los pierluisistas otra. En las vistas de la Comisión de Salud, aunque se realiza una investigación legítima sobre el escándalo de la compra de pruebas COVID-19, se percibe la hostilidad entre bandos que de seguro no existiría sin la primaria del PNP.
La guerra primarista es el elefante en la sala que todos parecen ignorar pero que esta provocando estragos en la operación gubernamental porque es el elemento principal en el tranque diario dentro del mismo ejecutivo y hasta en la legislación que se aprueba. Nadie se engañe, aquí nada tiene que ver con decisiones de país; al final sólo buscan acomodar las fichas para Vázquez o para Pierluisi.