Luego de 45 días de cierre total es normal que la discusión sobre la flexibilización de las medidas tome fuerza. Sin embargo, hay dos preguntas para las que debemos tener contestación antes de abrir las compuertas: ¿Tenemos datos suficientes para tomar esa decisión? ¿Cuál es la propuesta de cada sector económico que recomienda flexibilizar el cierre? Sobre la primera, instituciones con bagaje en el tema establecen requisitos básicos a cumplir antes de pensar en abrir cualquier operación comercial. Estos son; pruebas realizadas, rastreo de contactos e infraestructura hospitalaria. En cuánto a las pruebas, es un hecho que Puerto Rico es la jurisdicción de E.U. que menos pruebas ha realizado.
De hecho, desde el 15 de marzo hasta hoy lidiamos con compras fatulas, mal manejo de pruebas y hasta incumplimiento de algunas empresas con la entrega de las mismas. Si hablamos de rastreo de contactos el panorama es peor. No hemos tenido ni tenemos datos precisos que nos permitan conocer el impacto real del virus en la Isla. En cuanto a la infraestructura hospitalaria, nada de lo que conocemos hoy nos puede llevar a pensar que estamos listos para enfrentar un repunte de casos.
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Desde el inconsistente conteo de respiradores, el anuncio fatulo del HURRA como Hospital de COVID-19, las denuncias de falta de equipo de protección para personal médico y los despidos de cientos de trabajadores de la salud, son algunos indicadores de una gran debilidad. Entiendo perfectamente la preocupación del sector empresarial y me parece legítima. Pero es momento de hablar directo y en record. Limitarse a sugerir en la secretividad de un salón en La Fortaleza no es lo que el país necesita, mucho menos en momentos críticos.
Es vital conocer la propuesta de cada sector pues sólo así podemos evaluar si estamos ante una propuesta responsable o frente a un espejismo para poner a otros a trabajar a riesgo de contagiarse ellos y sus familias. Así lo han entendido ASORE y Bella Group y ya hicieron públicas sus propuestas para discusión pública. Así debe ser. Sin contestaciones satisfactorias a las dos preguntas discutidas aquí, surge la tercera; ¿Estamos listos?