El pasado 23 de marzo la gobernadora Wanda Vázquez creó por virtud de la OE 2020-26 un grupo asesor médico o Task Force sobre el COVID-19.
El país vio con buenos ojos esa movida pues está compuesto por profesionales de la medicina que cuentan con el respeto de todos. El propósito del comité según surge de la Orden Ejecutiva era asesorar a la Gobernadora y al Secretario de Salud, diseñar estudios, investigaciones y estrategias para manejar la emergencia. Pero el pasado domingo todo comenzó a cambiar. Ese día salió a relucir un cuestionable contrato de $38 millones para la compra de pruebas rápidas otorgado a una empresa de construcción.
PUBLICIDAD
De inmediato comenzaron a publicarse detalles que involucran a algunos integrantes del Task Force con contratistas, como es el caso del director de ese organismo, el Dr Segundo Rodriguez, quien curiosamente ha dicho que ha recibido muchísimos acercamientos de empresarios que quieren aprovechar su posición para vender productos relacionados con la emergencia. De hecho, en vista pública en la Cámara de Representantes, la Dra. Quiñones de Longo mencionó acercamientos de miembros del Task Force sobre contratos de comunicaciones y hasta telemedicina.
Aunque no es justo atribuir de inmediato un ánimo cuestionable, si hay que levantar bandera pues la función de este grupo es ofrecer recomendaciones para salvar vidas y no llevar y traer contratistas. Entrar a un rol público como el que tienen hoy los miembros de este Task Force les impone una enorme responsabilidad de disipar cualquier apariencia de actos impropios en su gestión.
El país necesita confiar; y la reputación que hasta ahora se han ganado estos galenos pende de un hilo si no caminan con pie firme y evitan situaciones que los puedan comprometer. A los miembros del Task Force les digo, no se presten para ensalzar funcionarios y mucho menos para llevar de la mano a nadie que desee hacer negocios. Véanlo así; están en una habitación en cuyo centro han lanzado la granada de la corrupción. Tienen dos opciones; o evitar que estalle haciendo las cosas bien o no hacer nada y ser víctimas de la explosión. Cuidado.