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Opinión de Alejandro Figueroa: "Economía Pos-COVID-19"

Lea la columna de opinión de Alejandro Figueroa

La solución a la crisis de COVID-19 tomará tiempo y no hay certeza de cuánto tiempo tome a los científicos desarrollar una vacuna. En cambio, la crisis económica creada como consecuencia de la pandemia se puede resolver ahora. El presidente Trump ha propuesto enviar cheques de $1,000 a todos los estadounidenses y los portavoces de múltiples industrias claman por paquetes de rescate para sus compañías; sin embargo, hay una mejor manera de detener el pánico.

La solución, tal y como la plantean varios expertos en economía y finanzas, que el gobierno ofrezca a todas las empresas estadounidenses, grandes y pequeñas, y a todos los trabajadores por cuenta propia un “préstamo puente” (lo que en inglés se conoce como bridge loan) sin intereses, por un período de cinco años. La única condición del préstamo a las empresas sería que estas continúen empleando al menos al 90 % de su fuerza laboral al mismo salario que devengaban antes del inicio de la crisis. Y el cálculo del 90 % sería retroactivo, por lo que cualquier empleado que haya sido despedido en las últimas dos semanas debido a la crisis sería reincorporado a sus labores.

El programa mantendría a casi todos los empleados, y mantendría a las empresas, desde aerolíneas hasta restaurantes, con capacidad de operar sin elegir ganadores y perdedores. Inmediatamente, se generaría un sentido de confianza y alivio durante estos tiempos tumultuosos, de que, una vez que se contenga el nivel de contagio del coronavirus, la vida volvería a la normalidad. También ayudaría a alentar a las personas a quedarse en casa y practicar el distanciamiento social sin sentir que corren el riesgo de perder su trabajo.

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¿Cual sería el costo? Los estimados sugieren, grosso modo, que esto costaría muchos trillones de dólares en préstamos si esta crisis durara tres meses, posiblemente hasta $10 trillones. Eso es la mitad del tamaño del producto interno bruto de Estados Unidos. Y suponiendo que el 20 % nunca se repague, podría costar a los contribuyentes cientos de miles de millones. Entendido, pero debe quedar claro que tiene todo el sentido del mundo utilizar el dinero para evitar años de daños económicos que,en última instancia, serían mucho, mucho más costosos para todos.

Las alternativas que se proponen pueden ser peores, porque el tamaño de los rescates enfocados exclusivamente en ciertas industrias puede ser demasiado pequeño y llegar demasiado tarde. Además, la política de rescates selectivos en industrias y negocios específicos crearía una avalancha de ira y desconfianza del pueblo en general. En última instancia, el plan que se sugiere aquí es el equivalente a una ley de full-employment para la nación durante la crisis.

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