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Opinión de Alexandra Lúgaro: "Las dos epidemias"

Lea la columna de opinión de la licenciada Alexandra Lúgaro

Alexandra Lúgaro metro pr

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Por si una quiebra, una Junta, dos huracanes, la destitución de un gobernador y los terremotos no fuesen suficientes, el pueblo puertorriqueño, junto al resto del planeta, ahora enfrenta los retos del coronavirus, declarado oficialmente como pandemia esta semana por la Organización Mundial de la Salud.

Al día de hoy, más de 127,000 casos de coronavirus han sido reportados en 118 países y más de 4,700 personas han muerto a causa de este. Su rápida propagación no solo ha impactado la salud pública, sino que le ha dado un duro golpe a la economía mundial, causando el desplome de los mercados, el cierre de instituciones educativas en 26 países, la suspensión de vuelos, la posposición indefinida de las temporadas de las ligas deportivas profesionales más importantes del mundo y la cancelación de eventos masivos alrededor del planeta.

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Si bien es cierto que el coronavirus ha creado un caos socioeconómico, es igual de cierto que nos ha abierto los ojos a lo poco preparado que está el mundo para amenazas no militares, a la gran dependencia que existe de la cadena de suplido china y a la fragilidad de las economías a epidemias de este tipo. De igual manera, hemos aprendido que las sociedades proactivas han logrado proteger de mejor manera a sus poblaciones que las reactivas, y que los Gobiernos más efectivos han sido los más transparentes y no los que esconden la verdad o se retrasan.

En Puerto Rico, nuestro Gobierno insiste en actuar contrario a las lecciones aprendidas por otros países que hacen un llamado a atender cuatro áreas fundamentales para contener la propagación: 1) prepararse y estar listo (P. R. solo cuenta con 150 camas de aislamiento para una población de riesgo de más de 700 mil personas mayores de 60 años); 2) detectar, proteger y tratar (P. R. no ha confirmado ni uno de los 17 casos sospechosos por no tener pruebas de diagnóstico inmediato); 3) reducir la transmisión (al día de hoy, P. R. mantiene los aeropuertos, puertos, escuelas, universidades y centros de trabajo abiertos); y 4) innovar y aprender (nuestro Gobierno se ha mostrado incapaz de ambas cosas).

A la luz de lo anterior, nos toca a todos ser proactivos, evitar el contagio y no exponernos innecesariamente, pues a diferencia de otros países, nosotros enfrentamos dos epidemias: el coronavirus y la incompetencia.

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