Blogs

Nuestro deber democrático

Lea la opinión de la asesora legislativa, Lara Mercado

PUBLICIDAD

Mientras el país se goza “las Navidades más largas del mundo”, en medio de la fiesta y celebración, las mujeres y los hombres a quienes le interesa ocupar cargos electivos enfrentan el proceso de radicación de candidaturas.

Aunque hay una serie de requisitos con los que deben cumplir todos los aspirantes ante la Comisión Estatal de Elecciones, el proceso puede variar por partido. Requisitos de informes financieros, cumplimiento con deberes ante el Gobierno, pruebas de dopaje, entre otros, pretenden servir de filtro para elegir personas serias y responsables a formar parte de nuestro quehacer público y político. Una vez los partidos, y finalmente la CEE, aprueban estas candidaturas, los aspirantes pasan por la ardua tarea adicional de buscar miles de endosos para ganarse el privilegio de aparecer en la papeleta primarista.

PUBLICIDAD

Estos procesos, sin embargo, son solo el comienzo, una vara mínima. Como electores, nos toca a nosotros aplicar otro nivel de escrutinio y ser más rigurosos haciéndonos partícipes activos. Nuestro sistema democrático no es perfecto, pero nos ha servido mejor de lo que a veces estamos dispuestos a reconocer. Es nuestra responsabilidad como electores asegurarnos que, a quienes elegimos, ahora sean los mejores talentos para figurar en la papeleta de la elección general, que sean personas cuyas posiciones sobre temas de política pública nos sean conocidas, que exijamos respuestas y explicaciones.

Los que militamos en algún partido, debemos informamos sobre nuestros candidatos, no dar endosos “a lo loco” y una vez convencidos sobre lo que ofrece un aspirante, endosar y participar del proceso primarista. Nos toca apoyar a esas personas siendo voluntarios, compartiendo su mensaje y participando de los procesos electorales hasta verles en la papeleta en noviembre.

En la medida en que nos desentendemos de los procesos democráticos, sea en el momento que sea, dejamos el camino libre a que personajes poco confiables se perpetúen en las esferas de poder de nuestro país. El país no aguanta otra elección donde favorezcamos por inercia o desánimo a los mismos de siempre, quienes, nos consta, nos han fallado con sus actos y sus políticas, pero que volvemos a elegir elección tras elección.

A los populares les aconsejo insertarse activamente en la primaria que se avecina. A la colectividad propiamente, la exhorto a abrir espacios y fomentar el intercambio de ideas y propuestas para dar a conocer a los buenos y a los no tan buenos, para que nuestros electores puedan tener la certeza de que ese domingo 7 de junio, votan a conciencia y con la seguridad de elegir el mejor talento para ofrecerle a Puerto Rico.

PUBLICIDAD

Tags

Lo Último