La mayoría de los medios de comunicación presentan el ideal de belleza y lo defienden como principal factor para llegar a las masas. El ideal de belleza es relativo, pues depende de gustos y aceptación. El problema está cuando asociamos belleza con credibilidad y les enseñamos a los pequeños que así debemos ser para lograr el éxito.
Desde el pasado fin de semana, hemos sido bombardeados por mensajes discriminatorios contra la mujer en las redes sociales por el hecho de que la candidata que prevaleció en el certamen de belleza Miss Universo es negra. Ese marco referencial de asociar la belleza con el color de la piel ha sido construido desde hace decenas de años, precisamente, por el ideal de belleza que se presenta en los medios de comunicación. Nunca me había disfrutado tanto un certamen de belleza como el del pasado fin de semana, pues me pareció que las chicas estaban muy bien preparadas y así lo demostraron en el segmento de improvisación. La joven que ganó demostró ser correcta, educada, inteligente y con dominio escénico. No es que la nuestra no tuviera esas características, pero la sudafricana sobresalió.
PUBLICIDAD
Leí la crítica de que es un certamen de belleza y no de inteligencia. Difiero, pues es una magnífica oportunidad para demostrar cuán educadas están. La educación es la base del éxito y no me refiero a títulos, más bien a conocimiento. No se puede promover la ignorancia. De seguro que la lluvia de contratos que le llegarán a las dos serán bien apreciados. Hay que recordar que Miss Universe es un negocio, y las representantes que seleccionan tienen que cumplir con los contratos. Era de esperarse que el tema principal en el certamen girara en torno al discrimen y el hostigamiento contra la mujer luego de que movimientos sociales feministas tuvieron éxito en promover sus denuncias.
Lo que sí preocupa es que las personas no entendieran el concepto a comunicar en uno de los programas televisivos con mayor índice de audiencia en el mundo. Es fantástica la oportunidad para posicionar la marca Miss Universe como defensora y aliada, en lugar de promover los estereotipos de la belleza y la figura femenina. Esta situación, discutida ampliamente en las redes sociales, algunos con razón, otros desde la ignorancia, es magnífica para plantearse como tema en los reportajes periodísticos sobre certámenes de belleza. Podemos tratar temas sobre cómo se afecta la imagen corporal y la autoestima con las exigencias de esos patrones de belleza. Educar sobre la alimentación versus los trastornos alimentarios en los concursos. ¿Cuántas mujeres logran sus objetivos luego de participar en estos concursos? La mayoría de las participantes desea convertirse en una figura mediática y reconocida. Sin lugar a dudas, no pueden alejarse del ideal de la belleza que venden los medios. Es como un culto al cuerpo y a los rostros considerados bellos. ¿Tiene sentido poner en riesgo la salud por seguir un canon de belleza? Pensar que la belleza es sinónimo de éxito y perfección es comunicar erróneamente el significado. Los motivos por la imagen sexual van desde la competencia derivada por los celos hasta la espectacularización de la información a través de los cuerpos como mercancía que produce dinero, lo que ocasiona que lo visual se coma la información.
Sigo pensando que lo penoso de la espectacularización es cuando el cuerpo deja de producir ese espectáculo y se identifica la silueta femenina como mercancía caducada. Cuando se trabaja en los medios de comunicación que cultivan la imagen, hay que entender también que cada programa es un negocio y un espectáculo cuyos fines son generar dinero y el posicionamiento del producto en los índices de audiencia.