En 15 páginas de detalles devastadores, el principal diplomático de Estados Unidos en Ucrania, enviado allí por la administración Trump, contradijo las declaraciones de la Casa Blanca, punto por punto. Sí, se habían retenido $391 millones en asistencia militar a una nación amenazada por Rusia para presionar a su nuevo presidente a investigar a los rivales políticos del presidente Trump. Sí, el plan de estrangulamiento fue mucho más allá de la llamada telefónica de Trump con el presidente Volodímir Zelenski. Y sí, el abogado personal del presidente Rudy Giuliani estaba orquestando una política exterior oculta que anteponía el beneficio político de Trump a la seguridad nacional.
William Taylor, diplomático estadounidense en Ucrania, proporcionó el relato público más completo hasta la fecha del intento de Trump de aprovechar los fondos federales para beneficio político. Su testimonio escrito es característico del cuidado y la precisión que se espera de un diplomático de carrera, graduado de West Point, veterano de Vietnam que ha trabajado en puestos delicados en todas las administraciones, republicanas y demócratas, desde 1985.
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El testimonio de Taylor en la investigación de destitución de la Cámara no dejó dudas de que hubo un quid pro quo en el esfuerzo de Trump para que Zelenski anunciara una investigación sobre la compañía que contrató a Hunter Biden, hijo de Joe Biden, quien al momento lidera las encuestas en la primaria demócrata, así como una teoría de conspiración sobre la supuesta participación de Ucrania en la elección de 2016. Es ilegal que una campaña estadounidense busque o reciba contribuciones de valor de una entidad extranjera.
La respuesta de Casa Blanca y los aliados de Trump en el Congreso es reveladora. No han podido disputar los hechos expuestos por Taylor. La secretaria de prensa Stephanie Grisham sugirió que las revelaciones eran parte de “una campaña de desprestigio coordinada de legisladores de extrema izquierda y burócratas radicales no elegidos que libran la guerra contra la Constitución”. Pero hay que recordar que Taylor fue sacado del retiro para ir a Kiev por el secretario de Estado de Trump, Mike Pompeo
El martes, Trump describió la investigación como un “linchamiento”. El miércoles denunció a los republicanos que se oponen a él como “escoria humana”. Este tipo de expresiones emitidas desde el 1600 de Pennsylvania Avenue no son otra cosa que otra indicación de que el caso de juicio político se está solidificando y Trump está comenzando a desesperarse.