En cualquier lugar que me pare, las quejas son siempre similares. La gente tiene miedo de salir a la calle. Se lamentan del deterioro en San Juan —ciudad por la cual llevo caminando desde que era niño — por el problema del recogido de basura, y por el mal estado de carreteras, aceras y espacios públicos. Los sanjuaneros queremos un cambio.
Aspiro a ser el próximo alcalde de San Juan porque si no cambiamos de rumbo, la gente, y particularmente los jóvenes, se seguirán yendo del país y de nuestra ciudad capital. La solución radica en repoblar San Juan; en hacerlo un lugar atractivo para el joven y el adulto mayor, en tener gente que ocupe y use esos espacios y casas que han quedado en el abandono, y que se convierten en focos de actividad delictiva. Que la ciudad vuelva a ser un lugar vibrante, de actividad, segura y limpia.
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Aspiro a ser tu próximo alcalde porque quiero que mi hija, que hoy tiene dos años, y nació y es sanjuanera, todavía sea sanjuanera cuando tenga 92. Que tenga la oportunidad y el sueño de hacer su vida en esta gran ciudad.
Aspiro a ser tu próximo alcalde porque San Juan tiene que cambiar. La pregunta es: ¿cómo lo vamos a hacer?
Mi equipo de trabajo, en colaboración con líderes comunitarios y gente a través de todo San Juan está elaborando un plan de cambio completo y abarcador. Hoy te presento tres propuestas que estamos trabajando.
Primero, tenemos que regresar a los elementos más básicos de administración municipal para comenzar ese cambio. Back to basics. Todos los recursos municipales disponibles los vamos a dirigir a atender la seguridad, el alumbrado, el recogido de desperdicios sólidos y el mantenimiento de espacios públicos, carreteras, aceras y parques.
Segundo, vamos a repensar y rediseñar San Juan y todos su programas, para convertir al municipio en una Ciudad 8-18-80. En otras palabras, una ciudad diseñada y pensada para un niño de 8 años, para un joven de 18 y para un adulto mayor de 80. Si trabajamos pensando en esas tres poblaciones, tendremos una ciudad con calles completas, donde la gente pueda caminar, con rampas para sillas de ruedas y coches, con parques públicos. Una ciudad donde el joven encuentre oportunidades, pueda innovar, montar un empresa y comenzar una familia. Una ciudad sensible y de futuro.
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Tercero, vamos a convertir a San Juan en la Ciudad de la Educación. Me comprometo a que San Juan sea la primera ciudad en Puerto Rico en ofrecerles a todos sus residentes educación universitaria o técnica gratuita en cualquier institución pública o privada de la ciudad.
Estoy convencido de que, con una visión clara, con ánimo de cambio y con un enfoque en buena administración pública, podemos lograr ese San Juan.