Por segunda vez consecutiva, la comisionada residente, Jenniffer González, muestra cierto nivel de incomodidad cuando se la aborda, en la isla, sobre asuntos del presidente Donald Trump, una figura que, en Puerto Rico, donde la eligen a ella, no es del agrado general por su racismo, sus mentiras y su desinterés a la hora de ayudar a la isla. Ciertamente, hay figuras, como el presidente de la Junta de Supervisión Fiscal, José Carrión III, que increíblemente también lo apoyan, pero a mi entender sigue siendo un grupo reducido.
Los puertorriqueños, en su gran mayoría, son conscientes de que Trump es como un niño engreído y abusador. Se burla de las discapacidades de las personas, miente sabiendo que miente, se jacta de cómo agarraba a las mujeres por sus partes íntimas y ha expresado su deseo de agredir a una persona negra, entre otras cosas. Ese es el candidato de González y de Carrión III.
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¿Por qué digo que la comisionada González se siente incómoda cuando se le toca el tema, en Puerto Rico, de si apoya o no a Trump?
“¿Trump 2020? ¿Favorece al presidente?”, le preguntamos el 6 de mayo, en el programa Jugando pelota dura (Univision, PR), sobre si apoyaba a Trump. “Yo estoy corriendo para Washington”, fue su respuesta, añadiendo que faltaba tiempo para las elecciones.
“¿Ha sido un buen presidente con Puerto Rico Donald Trump?”, cuestionamos. Su respuesta fue que la isla ha recibido la mayor cantidad de fondos federales, que quedaba mucho por legislar y que ella tenía que seguir buscando dinero. Le repetimos la pregunta por segunda vez e indicó que el huracán María ha sido el más grande que nos ha afectado. La misma pregunta por tercera vez, e indicó: “Tengo que conseguir fondos federales”. Cuando se le preguntó por qué no podía responder la pregunta concretamente, dispara: “Yo te contesto lo que yo quiero contestar, Alex”.
El pasado lunes, González nos visitó nuevamente. Hay un nuevo panorama con un posible residenciamiento al presidente Trump, por lo que el tema es pertinente siendo ella comisionada en el Congreso. Le pregunté su posición sobre ese proceso. Rehuyó la respuesta narrando que acaba de regresar de un viaje a Ucrania, que hay fuentes que están brindando información contra Trump, que la Cámara federal ha estado diciendo desde 2017 que va a residenciar, que en Ucrania hay una guerra y que el proceso de residenciamiento seguirá su curso. No respondió. Pregunto: “¿No favorece el proceso contra Trump?”. Contesta: “Este proceso va a correr… Al final del camino quien va a votar es el Senado. Tienen que convencer a una mayoría republicana…” La pregunta fue clara. No pregunté quién correría el proceso ni quién va a votar al final del camino. Modifico la pregunta: “Trump, ¿le falló a la nación?”. “Esto es un asunto político, puramente político y ellos han dicho que esta es la manera de salir del presidente”. Tampoco contestó.
Como les mencioné, en Estados Unidos, Jennifer González hace campaña por la reelección de Donald Trump, pero la isla mete el freno.
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La comisionada residente pareciera tener un doble discurso: uno de orgullo por Trump en Estados Unidos y otro de vergüenza en la isla, al no atreverse ante los suyos decir: “¡Sí! Estoy con Donald Trump, ha sido de los mejores presidentes que ha tenido la nación y el mejor que se ha portado con Puerto Rico. Tiene mi total respaldo”. Es lo que se espera de un líder.
Ayer circuló por las redes un video de José Carrión III, presidente de la Junta de Supervisión Fiscal, apoyando la reelección de Trump y hablando de que Trump “ama” a Puerto Rico. Obviamente, difiero de Carrión en la apreciación, pero tengo que reconocer que tiene los… pantalones de decir lo que siente, directo y sin rodeos. ¿Que si está bien o mal que como presidente del organismo federal esté metido en la política partidista local o nacional? Obviamente, no, porque pierde credibilidad, ya que luce comprometido, y al tratarse de Trump, hasta con cierto grado de fanatismo.
¿Estará Jenniffer González esperando que se defina con más claridad si finalmente Trump va o no, para entonces definir ella su posición absoluta en la isla? No lo sé. Lo que sí veo es que en Puerto Rico su respuesta parecería un “ni sí, ni no, sino todo lo contrario”, y en Estados Unidos, “J-Go for Trump”. Si la carrera de Trump a la reelección se descarrila, ya sea por el proceso de residenciamiento o cualquier otro issue, supongo ella asumirá una postura en su contra, por lo que no puede dejar una expresión de apoyo absoluto para que no le rebote, como le rebotaron las que hizo contra Trump en 2016.