Desde mucho antes de 2016, era notorio el uso de apps de mensajería para delinear estrategias de campaña política y direcciones administrativas de grupos políticos, estudiantes y amigos. El uso inapropiado que le dio la administración de Ricardo Rosselló hizo notorio sus usos e indignó a quienes utilizan ese tipo de instrumento digital para fines profesionales y académicos. El uso de mensajería digital como parte de herramientas de campaña política no debió causar sorpresa, pues es uso y costumbre en todas las lides, pero resulta patético que ese eficiente sistema de comunicación fuera utilizado por aves de paso para insultar y mofarse. Es importante no olvidar sucesos trascendentales en nuestro país que luego se convierten en hechos históricos como lo ocurrido en el verano de 2019.
A diferencia del grupete, hay otras personas que utilizan el sistema de mensajería con provecho y respeto a esos chats; les llamo los chats buenos. Ejemplo de ello es en la vida estudiantil y profesional para intercambiar ideas, analizarlas y presentar proyectos de emprendimiento que ayuden a Puerto Rico a estabilizarse socioeconómicamente. Para los que nos dedicamos a las noticias, es altamente eficiente para acceder a contenido informativo noticioso. Ya está más que probado que las redes de seguridad de los chats no son infalibles, por lo cual el uso profesional en estos debe ser imprescindible.
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El uso inadecuado de los chats en los trabajos, incluso puede causar pérdida de empleo, pues no hay espacio ni tiempo para chistes de alto contenido sexual, fotografías íntimas, burlas y mucho menos compartir información confidencial que coloque en peligro la seguridad de los ciudadanos. Las aplicaciones de mensajería son para acceder a respuestas profesionales o académicas más rápidas tomando en consideración la ética y el profesionalismo.
En términos de redes de comunicación han sido las aplicaciones que más han crecido por vínculo directo con las redes sociales. Ha sido WhatsApp la que cuenta con más usuarios activos a nivel mundial de acuerdo con datos publicados por la misma compañía.
Como los medios de comunicación utilizan el gusto de la audiencia para posicionarse en el mercado, el uso de mensajería instantánea les brinda una oportunidad grandiosa para entregar información noticiosa. Para los periodistas supone aumentar su grupo de seguidores y la oportunidad de llegar a mercados diversos con información pertinente. El gran potencial de las apps de mensajería para el periodismo consiste en utilizar las aplicaciones como medio de recepción y conversación con el lector. Esa interacción en los medios de comunicación con la audiencia es necesaria para medir los gustos y analizar si el contenido en el medio es eficiente. La evolución de las apps de mensajería en el periodismo radica en la cantidad de información que puedes enviar, y ello incluye el gran atractivo de fotografía, videos, audios y reportajes para difusión inmediata. El gran impacto del servicio para el periodismo está en la construcción de nuevas historias como mensaje urgente para que no pase desapercibido y el intercambio de opiniones públicas. Una de las limitaciones de las apps de mensajería es que el contenido periodístico puede considerarse muy fuerte por sus administradores, lo que lo hace susceptible a bloqueos. Igualmente, si la cantidad de publicaciones es exorbitante el sistema lo interpreta como spam y a muchos medios le han bloqueado el servicio, cuyo propósito, desde su fundación, no era precisamente el periodismo. Durante la cobertura de las elecciones ha sido muy eficiente porque los suscriptores reciben alertas informativas. Ello refuerza el concepto de servicio informativo y pueden medir la cantidad de público que entra y explora nuevos formatos narrativos.
Tras la utilización inadecuada de la administración Rosselló, considero que las personas están mas cautelosas con el contenido que publican; ya saben las consecuencias que acarrea no tener prudencia.