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Sácale el máximo a tus vacaciones

Lea la opinión de Lilly Rivera

No limites tus viajes por estar sin compañía. (franz12/Getty Images/iStockphoto)

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Nos encanta el verano. La falta de vacaciones perpetúa el estrés, la depresión, y la infelicidad. Date una escapada por la isla o sal de ella unos días. Es tiempo para proteger tu salud física y mental. 

¿Para qué son las vacaciones?

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1. Las vacaciones son para desconectar: apaga el interruptor del trabajo o de la academia, y enciende el botón de —no me llamen, yo los llamo— (si me da la gana, por supuesto). Saca los pensamientos negativos y los chismes de tu cabeza. Ese es el momento de dar descanso a tu mente, de echar a un lado las cargas emocionales, amarte más y hacer lo que te gusta a tu paso, sea viajando a otro país o quedándote en el tuyo.

Estos días de vacaciones son buenos para dejarte crecer el bigote o la barba, dejarte las “patas pelúas”, pasar los días sin make up, con las greñas por fuera, ponerte ropa estrujada, andar en shorts y en chancletas mete de’o. Todo eso no tiene precio.

Digo, si prefieres acicalarte, perfecto, a veces uno con el ajetreo de trabajo o estudio se abandona, y es tan rico darse cariño en el beauty o el spa de vez en cuando. Hacerse una manicura o pedicura, un buen recorte o color de cabello; en fin, todo lo que te haga sentir bien y verte como deseas.

2. Disfrutar: programa tu mente para sentir emociones positivas. Comparte con gente chévere, prueba y aprende cosas nuevas, descubre espacios hermosos de tu vecindario o de lugares lejanos y saboréalos. Pásala bien, dedícate a ti, es tu momento, es tu vivencia.

Durante las vacaciones, es necesario continuar el buen manejo y control de las enfermedades. Los medicamentos de mantenimiento son esenciales. Llévalos contigo siempre. Pon la alarma de tu smartphone para que te los tomes a la hora indicada sin importar en dónde te encuentres. Protege tu piel y tus ojos de los rayos ultravioleta del sol como te mencioné en la columna del martes pasado. 

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Sé que es un reto, pero durante las vacaciones evita los excesos de grasa, azúcar o sal en tu dieta, sigue una sana alimentación como la sugerida en Mi Plato (guía nutricional del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos), hidratación constante y evita abusar de bebidas alcohólicas. El punto es que regreses enérgico a tu rutina diaria, no destruido a nivel de tener que internarte en un hospital.

3. Descansar: ¡Ay sí, vegetar! Entre desconectar y disfrutar, guarda tiempo todos los días para descansar. Sí señor, hay que dormir bien durante las vacaciones.

Queridos lectores de Metro, nos vemos al final del verano, que me voy a aplicar el cuento. Por favor, saquen tiempo para darse cariño ustedes y para compartir con su familia o seres queridos. Estamos prestados en esta vida. ¡Feliz verano!

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