En la tarde del miércoles, el gobernador Ricardo Rosselló se dirigió al pueblo de Puerto Rico en lo que constituyó su tercer mensaje de situación del Estado. En esta ocasión, su mensaje se centró en repasar los resultados de algunas transformaciones que se han implementado en sus primeros dos años al mando, trazar la agenda de trabajo para el año y medio que resta de este cuatrienio y, de manera humilde, aceptar que, si bien se han cometido algunos errores, el ánimo de su administración es de evaluar, aceptar y corregir prospectivamente.
Como evidencia de los aciertos de su administración, el gobernador presentó una variedad de estadísticas que reflejan una mejoría sustancial en términos económicos y de calidad de vida. Específicamente, reseñó las siguientes en el contexto del logro de que, por primera vez en 12 años, el índice de actividad económica en Puerto Rico aumentara en un 3 %: reducción de casi un 30 % en la tasa de desempleo; aumento en la cantidad de empleos con unos 18,000 empleos adicionales en el sector privado; reducción de las quiebras en Puerto Rico en un 4 %; aumento en las ventas al detal en un rango de 18 %; aumento en las ventas de viviendas en un rango de 19 %; reducción de un 35 % en ejecuciones hipotecarias, logrando la tasa más baja en 9 años; incrementó en un 16 % la venta de automóviles.
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A renglón seguido, el gobernador asumió la responsabilidad, ofreció sus disculpas y explicó cómo su administración ha aprendido de los errores cometidos en su gestión. Específicamente, se refirió al proceso de manejo y contabilidad de muertes ocasionadas por el huracán María y el manejo de la recuperación energética a través de toda la isla, y aseguró que se han comenzado los trabajos con la Comisión del 9/20 para mejorar los protocolos ante emergencias, de forma que la preparación y la respuesta en la eventualidad de un desastre natural sean mucho más efectivas.
Finalmente, Rosselló esbozó lo que presentó como los 5 objetivos principales que enmarcan las aspiraciones de su administración para Puerto Rico en lo que resta del cuatrienio. En primer lugar, pretende promover y asegurarse de que Puerto Rico sea un destino abierto para hacer negocios, donde se facilite la creación de empleos, desarrollando nuestra economía en distintos frentes anteriormente no explorados y dando al traste con la burocracia que ahoga al comerciante, al inversionista y al emprendedor.
El segundo objetivo presentado fue lograr la aspiración de que Puerto Rico funja, de una vez y por todas, como el conector de las Américas. En ese sentido, explicó cómo nuestra posición geográfica, recurso humano, relación con los Estados Unidos; nuestra cultura compartida con Latinoamérica, nuestra oferta turística y competitividad de exportar nos posicionan como el lugar ideal de encuentro en las Américas.
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Como tercer objetivo explicó cómo pretende posicionar a Puerto Rico como un destino de innovación, maximizando el recurso humano local para proveer soluciones que añadan valor a Puerto Rico ante el mundo y, de esta forma, empresas de múltiples industrias de avanzada decidan optar por Puerto Rico como un centro importante de inversión. En la medida en que nuestra gente es el activo principal de esta estrategia, propone continuar implementando mecanismos que ayuden a revertir la migración que se ha concretado en los últimos 70 años, y convertir a nuestra isla en lo que llamó la “sede de la nube humana” al crear las condiciones que nos permitirán detener el éxodo, pero también, invitar a aquellos que se han ido, a que regresen a su casa.
Como último objetivo, Rosselló planteó el concepto del “Estado posibilitador”, el cual describió como un escenario donde el Estado se posiciona como el ente encargado de promover la disponibilidad de oportunidades para todos, como son el acceso a la educación de por vida, el acceso universal a los servicios de salud, a todo elemento necesario para el óptimo desarrollo del ser humano; mientras que el ciudadano es quien viene llamado a decidir cómo aprovechar estas oportunidades.
A todas luces, el gobernador se mostró mucho más humano y consciente de la posición que ocupa como primer mandatario. Vimos a un Rosselló que, aun cuando se presentó confiado en los logros que ha obtenido, fruto de la gestión de su administración, tuvo la humildad de aceptar los desaciertos y asumir la responsabilidad. A fin de cuentas, en su presentación detallada de la ruta trazada para los próximos 20 meses, vimos a un Rosselló con el ánimo, la energía y la disponibilidad necesarias para seguir cosechando logros y buscar la reelección en 2020.