Por: Zaida \’Cucusa\’ Hernández Torres, exjueza del Tribunal Apelativo y primera presidenta de la Cámara de Representantes
Eduardo Lalo es un profesor universitario, artista, fotógrafo, pero sobre todo escritor galardonado con uno de los premios mas importante, el Premio Rómulo Gallegos. Ese premio lo obtuvo por su novela Simone. ¡Fabuloso!
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No nació en Puerto Rico si no en Cuba, pero llegó a esta tierra a los dos años. Eso sí, no se confundan. Según él, es de “nacionalidad puertorriqueña” y los puertorriqueños no somos estadounidenses sino, que la historia geopolítica nos impuso la ciudadanía americana. Vamos ya, poniendo las cosas en su justa perspectiva porque claramente alguien que vive aquí, trabaja en la Universidad de Puerto Rico (UPR), fue egresado del Colegio San Ignacio y estudió en la Universidades de Columbia y la Sorbona, no puede entender que otra persona tampoco nacida en Puerto Rico, cuyo idioma principal es el inglés pueda ser secretaria del Departamento de Educación. Ah, y eso la secretaría ¡también es MUJER! No importa los años que esta ha sido contratada para ayudar a enderezar ese monstruo de cien cabezas en que se ha convertido el Departamento de Educación .
En una entrevista, este elegante y prepotente hombre, señala que no había visto a Keleher porque “en su casa no hay televisión pero el tono de su voz y la poca fluidez en nuestro idioma le era irresistible y despreciable”. Dice, además, que denota agresividad y poca capacidad de escuchar. Es decir, por su voz y su acento esta mujer esta incapacitada para llevar acabo la reforma que se necesita. Vaya profundidad en su análisis con respecto a esto.
Señor, semi dios, Lalo: “en la profundidad de ese análisis encalla un dingui”.
En la columna donde llamo a Keleher parcelera, usted desnudó su alma de elitista, chauvinista y xenofóbico. Usted se remojó a gusto en excremento bobino.
Aunque trató y trató de describir la parcela y a la parcelera, la realidad es que no pudo mas que complicar la cosa. Desmereció con su expresión a miles de profesionales que salieron de la parcela y hoy contribuyen en el quehacer colectivo. Usted, como la mayor parte de los socialistas de Piano Bar y Tertulias Filosóficas, se burlan de los que no han tenido las oportunidades que ustedes sí han tenido. El tono de voz no conoce de clasificaciones. Su intención de insultar era evidente y lo logró; insultó a miles de puertorriqueños.
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Por décadas las organizaciones magisteriales estaban acostumbradas a amedrentar, faltar el respeto e imponerse a ciertos secretarios de Educación y con esta secretaria no lo podrán hacer. Por las buenas, con respeto y reciprocidad sí, pero invitarla a un foro para acorralarla y faltarle el respeto no podrán y por eso se fue del lugar y los dejó con el odio y su miedo al cambio.
Su primer idioma es el inglés, pero su compromiso y esfuerzo por aprenderlo cada vez más, es innegable. Necesitamos en Educación una administradora y no una pedagoga de eso tenemos en abundancia y seguíamos jalda abajo.
Es lastimoso que todavía se busque cualquier oportunidad para atacar a las mujeres que con su trabajo y dedicación están dispuestas a echar a Puerto Rico hacia delante.
Como podemos comprobar, vestidos de intelectuales (que lo son) lanzan lodo, rechazan a la gente por su origen y se mofan o utilizan para insultar a gente que por décadas solo tenían un pedazo de tierra para vivir.
La reforma educativa va a ser un hecho y más vale que las partes cooperen y hagan realidad los cambios que tanto pedían.
Es importante que sepan que los insultos, inuendos o componendas, no minarán el compromiso de Keleher con la reforma educativa.