Sin duda, durante la semana pasada y el inicio de esta, la empresa Whitefish Energy ha sido la protagonista en los medios de comunicación de Puerto Rico, pero también ocupó el espacio de la última conferencia de prensa de la Casa Blanca el pasado viernes.
¿Qué llama la atención de esta noticia? ¿Por qué ocupa el espacio mediático en y fuera de Puerto Rico? Las razones son distintas en Puerto Rico y en Estados Unidos. En primera instancia, supongo que debemos reconocer que la cantidad de trabajo es monumental como para que la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), por sí sola, pueda restablecer el servicio en un tiempo razonable. En ese sentido se entiende que se require ayuda externa, ya sea de empresas privadas, del propio Gobierno federal o de cualquier otro.
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Aunque la suma del contrato es un escándalo para un sector, la pregunta que debemos hacernos es cuánto vale levantar el sistema para que opere en un 100%. ¿Sería real pensar que alguna compañía pueda darle la mano a la AEE por 10, 30 o 50 millones? Obviamente, hay que considerar varios elementos: en cuánto tiempo deseamos tener el servicio restablecido, cuánto personal se require para lograr ese objetivo y, en tercera instancia, cuánto va a costar lo que requerimos. Si usted invierte 50 millones, pues eso debe incluir una cantidad de empleados, y de acuerdo con esa cantidad, pues tomará “x” tiempo. Si desea avanzar más, pues se requerirá de mayor recurso humano y, por lo tanto, aumenta el costo. Creo que $300 millones dan para recuperar parte del sistema.
Lo que levantó suspicacia en los medios de comunicación, la clase política y la ciudadanía fue la compañía seleccionada y su historial. Whitefish Energy, como saben, es una empresa de Montana con muy poco tiempo de creada, cuyo trabajo más grande había sido de poco más de un millón de dólares, y que al momento de su contratación en la isla solo tenía dos empleados registrados. Por esa razón, pueden percibirla con poca capacidad para realizar un trabajo tan grande.
El secretario de la gobernación, William Villafañe, ha expresado que las demás compañías que cotizaron, también rondaban los $300 millones, lo que lleva a preguntar a los interesados en el tema si esas otras también eran empresas de reciente creación y personal reducido. ¿Cuáles fueron los atributos especiales que tuvo Whitefish Energy sobre las demás?, podría preguntarse usted. La contestación de la AEE es que la empresa, aun con lo pequeña que es, y teniendo solo dos empleados, tenía la capacidad de ser más rápida en el reclutamiento y transporte de personas para trabajar en Puerto Rico.
Dentro de la polémica pública, el Gobierno especificó que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), había dado su visto bueno a la contratación. Incluso, el 24 de octubre, el secretario de Asuntos Públicos de La Fortaleza, Ramón Rosario, y el director de la AEE, Ricardo Ramos, expresaron que FEMA reembolsaría el dinero del contrato de Whitefish Energy. Incluso, Villafañe expresó en Noticentro (WAPA-TV) que la agencia federal tiene la obligación de reembolsar ese dinero y que eso estaba garantizado por el presidente Donald Trump.
Tras una defensa acérrima del contrato, ocurren dos cosas: primero, FEMA revela que “la decisión de otorgar un contrato a Whitefish Energy fue tomada exclusivamente por la Autoridad de Energía Eléctrica. La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias no tuvo ninguna injerencia en la selección de esta compañía. Según la revisión inicial y la información de la AEE, FEMA tiene serias preocupaciones sobre cómo la AEE adquirió este contrato y no ha confirmado si los precios del contrato son razonables”. En segunda instancia, el contrato indicaba: “PREPA representa y garantiza que FEMA revisó y aprobó este contrato”. Ramos dijo el viernes que se trató de un error. “No hay otra explicación para eso que no sea un ‘oops”, dijo. El asunto es que bajo ese error, Rosario, Villafañe y otros expresaron información incorrecta.
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Luego de que la administración del gobernador Rosselló defendiera el contrato a capa y espada, el primer mandatario terminó ordenando su cancelación. ¿Qué pasará con Ricardo Ramos luego de esto? Supongo que debe ser cuestión de mirar la historia y esperar a ver qué ocurre.
Finalmente, como les indicaba, en Puerto Rico ha llamado la atención por unas razones, y en Estados Unidos, por otras. La cercanía de Andy Techmanski (CEO de Whitefish Energy) con el secretario del Interior, Ryan Zinke, pone a la administración de Donald Trump en el spot de la controversia, lo que suele ser atractivo para los medios de comunicación estadounidenses, quienes han estado en controversia con Trump desde que era precandidato. Tan reciente como el pasado viernes, la Casa Blanca tuvo una conferencia de prensa para hablar de diversos temas. Casi todas las preguntas de los medios fueron sobre el caso de Whitefish en Puerto Rico, si Zinke y/o Trump habían participado de alguna forma en dicha selección. Recuerde las expresiones de Villafañe, en el sentido de que Trump les había garantizado el reembolso de FEMA, por lo que la agencia estaba obligada a reembolsar el dinero pagado a Whitefish.
¿Culminará aquí esta controversia? Ya la AEE pagó cerca 10 millones a la empresa de Montana, por lo que habrá que ver si eso será objeto de escrutinio del Gobierno estatal y/o federal.