Después que se recupere el sistema eléctrico del país, todos los damnificados sean atendidos, los que perdieron sus hogares encuentren un nuevo techo y sean superadas las dificultades que enfrentamos hoy día, tendremos que enfrentar una nueva crisis: la económica.
Nuestra frágil situación económica se agravará sino se toman aquí y en el norte las medidas agresivas que se necesitan para atajarla. Y es que, admitido por el propio Secretario del Trabajo, el desempleo se disparará. Ya estamos viendo numerosas empresas anunciando cierres o recortes drásticos. Mientras en el Gobierno se encamina desde el lunes una reorganización que aunque promete no provocar cesantías, pudiera tener el efecto de sacar de carrera a cientos de empleados públicos.
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El desempleo trae consigo serios problemas sociales tales como la criminalidad en todas sus dimensiones. Además provoca que aumenten los impuestos a la clase trabajadora ante la incapacidad del Estado de atender con sus recursos una clientela mayor en todo lo que tiene que ver con la beneficiencia social.
El Gobernador salió ayer hacia Washington para buscar la ayuda que se necesita en el proceso inmediato de recuperación. Se espera que la Casa Blanca presente, durante el proximo mes, un paquete de ayuda que pudiera llegar a los $15mil millones. Los economistas han coincidido que ello representará una inyección importante pero que impactará sectores específicos como el de la construcción, claro está, con repercusiones variadas sobre otros renglones. Sin embargo, ello no es suficiente para la estabilidad a largo plazo de nuestra economía. Con el desempleo y la emigración disparándose es necesario que la Legislatura de Puerto Rico comience a evaluar medidas agresivas que incentiven la apertura de nuevas empresas y la reapertura sin recortes de los negocios impactados por el huracán. Es necesario también que el Congreso de los Estados Unidos le abra finalmente el camino a propuestas que se han hecho antes y que ahora cobran real importancia, como lo sería otorgarle a Puerto Rico un motor como el que representó en su momento la Sección 936.
Si esto no se logra y permitimos que el desempleo se dispare y la emigración continúe sin reversa, nuestros días serán más oscuros que lo que son hoy por la falta de luz. Recordemos además que María solo pospuso por 10 meses el Plan Fiscal aprobado por la Junta Federal y que ordena medidas severas de austeridad, sentenciándose desde ya un duro año fiscal 2018-19.
El Frente por Puerto Rico, el grupo multisectorial convocado por el Gobernador, el Gobierno y otros sectores de la economía deben acelerar el paso para evitar la próxima crisis.