Muchas veces viajamos porque tenemos una lista de lugares que queremos ver mejor conocida como bucketlist, para escaparnos del estrés del trabajo y del día a día, o para tomarnos un selfie. Eso está “cool” pero un viaje debería ser mucho más que eso. Un viaje debe ser la oportunidad de experimentar, olfatear, caminar, aprender y admirar. Un viaje debe de colocar todos tus sentidos en armonía y entender cómo viviendo en un mismo planeta, nos encontramos en diferentes situaciones, lenguajes y sociedades.
En nuestro caso, viajar, va más allá de un selfie. Viajar para nosotros es sanidad y crecimiento. Nos ayuda a entender mejor la vida, a comprender las situaciones que viven otras personas y tener empatía. Viajar debe ser ese paso que deje alguna huella en ti, y en lo posible, entre las personas que compartas durante el transcurso del viaje.
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“Viajar nos ayuda a eliminar fronteras del lenguaje, de color, religión y otros aspectos”.
Cuando viajes olvídate de los selfies por un momento, suelta la camara y el celular, saca tiempo para apreciar lo que está sucediendo en tu alrededor. Es un momento único, te encuentras en el país que querías visitar. El viaje que tal vez te tomó mucho sacrificio lograrlo, se va en cuestión de segundos. Por eso es importante que te lo vivas al máximo, que experimentes cosas que nunca pensabas que existían, que experimentes la felicidad sin pensar en nada económico o en algo material: felicidad pura.
“Viaja más allá de un selfie para eliminar toda esa idea errónea y negativa que tenías en tu mente y apreciar la vida”.
Tómate tu tiempo para que internalices de dónde vienes y veas para dónde vas. Y cuando estés viajando, ve feliz y regala sonrisas. Si te encuentras en un lugar muy pobre, comparte de las cosas que tienes, no las que te sobran, así sea ropa, comida o cualquier cosa que le pueda cambiar la vida a esas personas. Inclusive, dependiendo del viaje que estés haciendo, hasta el agua es un lujo en ciertos países.
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“Si tu viaje o vacaciones son de lujo, lo menos que podrías hacer es ser amable y respetuoso con las personas”.
Cuando viajamos la primera virtud que debemos de realizar es ser agradecidos de que pudimos viajar, descubrir y conocer. No todas las personas tienen los recursos o simplemente no quieren ver más allá de su país.
“Viajar te purifica, te llena de energías y llena tus pulmones de recuerdos infinitos”.
La próxima vez que estés planificando un viaje o te encuentres en él, aporta algo al país que estés visitando. A veces pequeños gestos hacen la diferencia. Si el país que visitas es uno muy avanzando pues agradece lo afortunado que eres y tráete cosas que te hagan recordar, pero más importante, crecer.
Cada viaje es distinto y único. Pero además de visitar los lugares que te llamen la atención, de hacer tours, comer y beber, que parte del propósito sea conocer, aprender, admirar, valorar… que cada viaje deje una huella en ti y te haga crecer como persona.
Hay mil razones para viajar y esas deberían ser más allá de un selfie. ¿Tú por qué viajas?