Amig@s, es normal sentir cansancio y agotamiento mental. Es parte de la vida en ocasiones sentir que todo llega a la vez y nos falta el aire. El cansancio mental nos puede visitar de vez en cuando. Lo importante es no abrirle la puerta.
Las casas antiguas, en su mayoría, tenían balcón. Cuando llegaba visita, dependiendo de la relación, podría ser una visita de balcón o una visita que se le invitaba a pasar a la sala, al comedor y en ocasiones podía llegar hasta la cocina. Las emociones negativas deben tener límites, y mi consejo es que las atiendas en el balcón. No le des paso al interior de tu hogar, donde viven los seres más amados. No las lleves a tu cama, ni las acaricies mentalmente toda la noche hasta tener pesadillas con los problemas presentes en tu vida.
PUBLICIDAD
Siempre tendremos algo que nos causará dificultad. Si podemos atenderlo en el balcón, podremos proteger la paz de nuestro hogar. ¡Pero, Millán, se supone que pueda hablar de mis dificultades en mi casa con la gente que me puede ayudar! Puedes hablar de ellas con la mentalidad de resolver, eliminar, cambiar y vencer las dificultades que se presentan. Debemos llenarnos de fuerza con lo positivo de nuestro hogar para enfrentarnos a la realidad de la vida, sea buena, mala o regular. Lo que debemos evitar es que el cansancio mental y emocional cambie la dinámica y el ambiente de nuestro hogar.
No podemos permitir que las dificultades nos roben el disfrute de la vida. La alegría que sentimos al ver la sonrisa de un hijo, la llegada al hogar de nuestra pareja con un rico abrazo. Deja los problemas en el balcón, llénate de lo bueno y lo lindo de tu vida. Regresa con fuerzas y vence porque puedes estar cansad@, pero no derrotad@. Un abrazo, amigos. Con cariño, Héctor Millán.