Recientemente resurgió el debate de cuántos puertorriqueños se han marchado de la isla a vivir en la estadidad de Florida, Nueva York, Pensilvania, Texas y otros estados por los pasado 15 años. Unos estudios revelan que se han ido entre 300 y 400 mil boricuas, pero un estudio reciente habla de 1 millón. Éste ultimo luce un número exagerado , sin embargo, lo que no hay duda es que cientos de miles se han mudado a la estadidad. Sí, otros miles han regresado, pero es un número mucho menor en comparación con los que se quedaron en Estados Unidos.
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Por como se han dado las cosas, hasta el momento, no creo que el plebiscito a celebrarse el próximo mes de junio resuelva el problema del estatus de la isla en este cuatrenio, ni siquiera creo lo haga en los próximos 10 años. Ya lo han dicho líderes congresionales, que ni soñemos con la estadidad hasta que resolvamos el desmadre que creamos. La separación tampoco se vé muy clara en el panorama gubernamental de Estados Unidos, aunque hay quien dice que sí. Eso no quiere decir que el plebiscito no sea un método de expresión en una coyuntura histórica no vista en los últimos 50 años para tartar de forzar la solución del problema.
Los partidos políticos principales están desgastados, llevando la peor parte el Partido Popular Democrático (PPD), que está rajao’ por el mismo medio. “Ciertamente ya no son unas plumitas”, dijo Rafael Hernández Colón en Jugando Pelota Dura (SistemaTV) hace unas semanas sobre el crecimiento indiscutible del sector soberanista en la pava. Dicho sector se ha guapeado en los últimos años frente al establishment del PPD, que siempre defendió verbalmente, pero no con acciones, un desarrollo del Estado Libre Asociado. Quizás porque dicho desarrollo no tenía otra ruta que no fuera la independencia, vía la libre asociación, una mala palabra en esas estructuras de poder. El desgaste de los principales partidos fortaleció las candidaturas independientes de Alexandra Lúgaro y Manuel Cidre, quienes no asumieron posturas firmes y reiteradas sobre sus ideologías en la campaña electoral.
La semana pasada se anunció la Alianza Soberanista para defender la columna de Independencia/Libre Asociación en el plebiscito del 11 de junio. Juan Dalmau, líder independentista, Manuel Natal, soberanista, y Alexandra Lúgaro, quien se declaró finalmente soberanista, anunciaron el triunvirato. En el caso de ésta última, creo había dejado entrever en algún momento esa preferencia en la campaña, pero no de forma tan abierta, que yo recuerde. El senador Cirilo Tirado ya dijo va por esa columna separatista y la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, se unió a la alianza. En el plebiscito del 2012 la libre asociación obtuvo 454,768 votos, mientras que la independencia obtuvo 74,895. La Estadidad sacó 834,191 votos y 498,606 depositaron la papeleta en blanco. Podemos pensar que la mayoría de esas papeletas en blanco son defensores del ELA actual y ahí puediera observarse el fraccionamiento ideológico del PPD.
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El próximo mes de abril esa colectividad celebrará una asamblea general para delinear la estrategia del partido respecto al plebiscito y no vislumbro una decisión institucional de apoyar la independencia, tampoco la estadidad. En esta ocasión no hay quinta columna, lo que podría dejar como opción para la colectividad la campaña de depositar la papeleta en blanco, como protesta, y repetir lo del 2012, utilizar dicho resultado como excusa en el Congreso para que no actúe.
No obstante, habría que ver cuál será la acción política del PPD contra los que hagan campaña por la libre asociación, en contra de una determinación institucional, si es que chocan los intereses. ¿Sacarían del PPD a Carmen Yulín, Natal, Luis Vega, Cirilo Tirado, o cualquiera que rete la decisión del pueblo popular? ¿Crearían otro partido? Repase la historia: en 1967 se celebraría un plebiscito y el líder del Partido Estadista Republicano (PER), Miguel Angel García Méndez, se oponía a la participación de la colectividad en dicho plebiscito. Celebró una asamblea de delegados y se ratificó la no participación. Insatisfechos con el resultado, Luis A. Ferré, Carlos Romero Barceló y Justo Méndez organizaron un grupo que defendió la estadidad en ese evento electoral y obtuvieron el 38% del apoyo. Casualmente en el pasado plebiscito del 2012 la libre asociación obtuvo el 33% de respaldo (número cercano), en contra de la determinación de la colectividad de no apoyar esa causa. Luego del plebiscito del 1967 el PER murió y nació el Partido Nuevo Progresista. ¿Desaparecerá el PPD luego del plebiscito? Son otras circunstancias históricas, pero la pregunta se contestará eventualmente.
El PPD, como institución, y los miembros de la alianza soberanista saben a ciencia cierta que la ciudadanía americana no está garantizada con la libre asociación ni con la independencia, solo con la estadidad. El ELA que conocemos está “muerto por la pechuga” y solo hay dos caminos: la unión o la separación. En el caso de este plebiscito usted tiene esas dos opciones. Procesalmente, si gana la Independencia/Libre Asociación, entonces habría otra consulta para que usted elija entre esas dos. Si gana la libre asociación, entonces nos sentamos con Estados Unidos a ver que nos dan y que les damos. ¿Pueden ellos decirnos que los nacidos prospectivamente, después que se dé la separación, no tendrían ciudadanía americana? Estan en todo su derecho a negarla y ni Yulín, Natal, ni Cirilo pueden hacer algo, más allá de pataletear, pero ya sería muy tarde, ya habríamos entregado dicha ciudadanía. El decir que con la libre asociación o la independencia se garantiza la ciudadanía americana es tan falso como decir que bajo la estadidad continuaremos con los equipos de Puerto Rico compitiendo en olimpiadas o clásicos de baseball. Es una decisión suya, muy personal, elegir entre su ciudadanía americana o la emoción esporádica cuando podamos ganar un evento deportivo o un concurso de belleza.
Somos un país de emociones momentáneas. Hoy estamos muy emocionados con la victoria de Puerto Rico sobre el equipo de Estados Unidos. Podemos ganar el campeonato del clásico mundial de baseball 2017 y estaremos una semana que no hablaremos de otra cosa, con la bandera por doquier y hasta los vellos axilares de rubio. Luego del festejo, en lo que llega otro evento o concurso en varios meses estaremos de vuelta a la realidad, maldiciendo la Junta de Supervisión Fiscal, el plan fiscal de Ricardo Rosselló y pidiendo que Estados Unidos ayude la colonia con más billetes. En lo que maldecimos y nos entretenemos esporádicamente, seguirá vaciandose la isla ¿y los boricuas iendose para dónde? Para la estadidad.
El que acepta la probabilidad de que perderíamos la ciudadanía americana con la independencia o la libre asociación, y respalde esas formulas, tiene mi respeto. El que elija la ciudadanía americana con la estadidad, conciente de que no verá la monoestrellada, específicamente en eventos internacionales en los que participa Estados Unidos, también debe ser respetado. El valor que le dá usted a la ciudadanía americana o a los juegos y concursos de belleza es suya, personal e intrasnferible. Es usted quien escogería entre una alianza soberanista que nos separe de Estados Unidos o su ciudadanía americana.