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Culpable: ¿La Junta o los políticos?

Lea la columna de opinión de Alex Delgado.

Hoy será el día de la reunión de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) en la ciudad de Nueva York y el miércoles debe estar aprobado un plan fiscal que guíe las acciones del gobierno de Puerto Rico por los próximos años, hasta que nuestra clase política aprenda, a las buenas o a las malas, a hacer las cosas responsable y correctamente.

 

En los pasados días hemos visto un intercambio hostil entre el gobierno de Ricardo Rosselló y la JSF por el plan presentado por el primero. Veo un gobernador haciendo un intento de llegar a acuerdos con el ente federal y a éste último cogiendo las propuestas de nuestro gobierno con pinzas. Recuerde que hay dos miembros en la JSF que fueron funcionarios de gobierno y saben como se truquea a la hora de presentar presupuestos, saben las presiones que les meten los políticos para marronear dichos presupuestos. ¿Que eso los hizo responsable del desastre? Sí. ¿Eso quiere decir que, ahora que no tienen la presión de los políticos, y conociendo de qué pata cojean, deben quedarse en silencio? No.

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La semana pasada se aprobó en el Senado investigar las finanzas de los miembros de la JSF. Una medida hipócrita que solo tiene la intención de intimidar una posible acción del organismo sobre la legislatura. ¿Porqué? Los mismbros de la Junta están nombrados desde finales de agosto del año pasado. Pasó septiembre, octubre, noviembre, diciembre, enero y cuando hablan de echarle un vistazo a la legislatura, ahí es que se interesaron por investigar finanzas. De otra parte se ha convocado a una marcha, tipo Vieques, contra la JSF. La resistencia a tomar acción para hacer las cosas correctamente y enderezar el barco era de esperarse. Nuestros políticos, incluyendo unos cuantos que participaron de la preparación de presupuestos errados y de crear leyes irresponsables le han pedido al pueblo que se unan a ellos para combatir a la JSF.  Por tal razón, estimo prudente volver a repasar gracias a quienes estamos en esta encrucijada y luego usted evalua si apoyaría a los que le piden su apoyo.

 

Nuestros presupuestos han sido preparados “de la manga productions” con tal de revalidar en las próximas elecciones. Ya es natural escuchar en los primeros meses del año que el gobierno presenta y aprueba un “presupuesto balanceado” y eventualmente explotan los descuadres.

 

El manejo de los partidos en el gobierno es el principal responsable de la crisis que vivimos porque no han tenido, ni han querido tener un control verdadero del despilfarro de fondos públicos. El pueblo también es responsable de la crisis porque elige gobiernos a base de “quién me dá más, quien me regala más” y de castigar al que no nos trató como entendemos merecemos. Esa combinación de un pueblo sediento de regalos y unos políticos populistas dispuestos a regalar lo que no les pertenece, a cualquier costo, es la bomba nuclear que nos explota en la cara hoy. La ecuación de ingresar menos dinero y gastar más de lo que se ingresa no fue una decisión del Congreso de Estados Unidos ni de la JSF, que no existía mientras ocurría esos desmadres.

 

El Partido Nuevo Progresista (PNP) y el Partido Popular Democrático (PPD), mediante el gobierno, piden que confiemos en ellos, en el sentido de que, esta vez, lo van a hacer bien y que ellos solitos pueden sacarnos del cráter en el que ellos nos metieron. Han sido ellos dos (PNP y PPD) quienes quebraron dos monopolios, como la Autoridad de Enéregía Eléctrica y la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, los que marronearon los presupuestos con proyecciones fatúlas de ingresos y cogiendo prestado, los que aprobaron leyes sin importar el impacto negativo en las arcas de gobierno, los que han permitido convenios colectivos ridículos como cobertura de Viagra en planes médicos y días de astronautas. Le pregunto, ¿confía usted en ellos? ¿Le cree a los que le han mentido por décadas? Yo me inclino a no creerles y tomo sus palabras con suma cautela.

 

En el cuatrenio de Sila María Calderón se sacaron del Banco Gubernamental de Fomento $1,000 millones para crear un fondo perpetuo y usar lo que generara de intereses en obras de infraestructura en las comunidades especiales. Eso tendría dos propósitos: le brindaría una mejor calidad de vida a esos sectores y mantendría activado el desarrollo económico con empresas trabajando en esos proyectos. Se suponía esos $1,000 millones no se tocarían, por eso eran un fondo perpetuo. Ese dinero desapareció. Hasta donde sé, de los $1,000 millones, deben quedar cerca de $300 millones. ¿Y el resto? No se suponía que se trabajaría solo con el dinero de los intereses que generaran? Nadie ha explicado.

 

Alguien me indicaba hace unos días que la emisión de bonos de $3,000 millones en la Administración de Sistemas de Retiro bajo el cuatrenio de Aníbal Acevedo Vilá era necesaria porque si no se hacía, se quedaban sin dinero para los pensionados. ¡Muy bien! ¿Y que pasa hoy? Debemos el préstamo y tampoco tenemos el dinero para los  pensionados.

 

Los dos partidos políticos fastidian constantemente al sector productivo del país, el sector privado, a las clases sociales que más aportan, para salvar al gobierno. Llevamos 10 años entre recesión y depresión económica, esos sectores  cogiendo cantazos, golpes en el bolsillo porque hay que salvar al gobierno. Le pregunto a usted: ¿como está el gobierno hoy? ¿Lo salvaron o lo empeoraron? Han llevado la situación a tal punto que la empresa privada, al no resistir más golpes, han tenido que reducir jornadas, despedir empleados y bajar compensaciones. ¡Ah! Pero la madre el que mencione hacerlo en el gobierno, esos son intocables, esos son “vulnerables”. Y los de la empresa privada ¿que son? Nadie en el gobierno, ni en los partidos se preocupa por los golpes que cogen los empleados de la empresa privada. Entonces, usted que que le redujeron jornada, que perdió el trabajo o le quitaron beneficios, ¿va a ir a luchar por los que llevamos años tratando de salvar con nuestro bolsillo, con más impuestos y cargas económicas? ¿Para que no les quiten la Viagra del plan médico cuando usted quizás ni plan tiene?

 

Echemos un breve vistazo a las acciones de los partidos políticos en el gobierno desde que comenzó la recesión económica.

 

En el 2004 Aníbal Acevedo Vilá solicitó la confianza del pueblo para hacer las cosas bien y sanear las finanzas públicas. Aseguró jamás aprobaría un IVU. No solo lo impuso, sino que aumentó de 6.6% en los muelles a 7% en el comercio e incluyó servicios. Nos regaló los primeros días sin IVU y las trillas gratis en la AMA, sin importar el impacto económico en el gobierno. Cerró el gobierno porque no había dinero para nómina y cuando lo abrió nuevamente le pagó el día a los empleados públicos como si hubiesen trabajado. Si al final iba a pagar los días de trabajo, ¿no era mejor dejarlos trabajar y no cerrar? ¿Salvamos el gobierno?

 

En el 2008 Luis Fortuño nos aseguró sería distinto, que no impondría más cargas económicas a la sociedad y que administraría sabiamente. Con él llegaron el impuesto a las foráneas y la sobretasación en el CRIM por dos años, entre otros. ¿Salvamos el gobierno?

 

Llega el 2012 y Alejandro García Padilla pide al pueblo lo respalde porque su administración está conciente que la sociedad ha llevado la peor parte con la carga contrubutiva y que eso cambiará. Llegó en su administración el Business to Business, la Patente Nacional, el aumento del IVU de 7% a 11.5% y el aumento en la crudita dos veces. ¿Salvamos al gobierno?

 

Todos se han amparado en que no sabían lo que había y que por eso se han visto obligados a aumentar impuestos, y que si alguien es culpable, es la “pasada administración”. Hoy, en el 2017, la historia se repite.

 

Uno de los economistas con mayor credibilidad en la isla, Gustavo Vélez, estima que en los pasados 10 años todas las amisnistraciones gubernamentales le han sacado del bolsillo al pueblo y al sector privado, para salvar al gobierno, cerca de ¡$22 BILLONES en nuevos impuestos! A eso le suma 30 billones en préstamos, 7 billones en fondos ARRA, 5 billones en Obamacare y 5 billones en transferencias federales. Eso suma a un apróximado de 69 billones en ingresos. Cuando miramos los presupuestos presentados, los gastos por año fiscal son, en promedio, de 10 billones. Eso suma a cerca de 100 billones en gastos. O sea, en 10 años recibimos 69 billones y gastamos cerca de 100. ¿Que hicieron en el 2007 para corregir lo del 2006? ¿En el 2008 para corregir lo del 2007 y 2006? Siga así sucesivamente y se percatará que nuestros políticos sabían, por experiencia anterior, los errores y no hicieron nada para corregirlo. Hoy ¿usted les cree que de verdad tienen intención de hacer las cosas bien por voluntad propia? ¿O cree hace falta quien les ponga un detente?

 

El gobernador Ricardo Rosselló presentó su Plan Fiscal y de lo que he leído, hay muchas cosas que entiendo van en la ruta correcta y que son necesarias. Sin embargo, la JSF rechazó el mismo, aunque Rosselló ya sometió enmiendas y habrá que ver si son aceptadas. Hay varios argumentos que me llaman la atención y que podría coincidir con las inquietudes de la JSF. Uno de ellos es que que el gobierno propone extender por 10 años el impuesto a la foráneas para recaudar poco más de $1,000 millones anuales. Aquí es donde surge el temor de que el rayo caiga en el mismo lugar dos veces y entremos en lo que ha sido nuestro problema, hacer proyecciones con algo que no tenemos ningún control. Es como hacer un presupuesto a 10 años entendiendo que la luz eléctrica se va a mantener en 18 centavos el Kwh por todos esos años. ¿Tenemos garantía que esas compañías se van a quedar en la isla? ¿Tenemos certeza que el Departamento del Tesoro va a mantener el acuerdo actual y que el presidente Donald Trump no altere el esquema actual de las corporaciones foráneas, como ha cuestionado Vélez? ¿Que hacemos si se dan una de esas tres cosas? ¿Volver a traquetear con el plan porque lo que esperábamos no se dió? Ese ha sido nuestro mal y no podemos repetirlo. Ahí sí tengo que concurrir con la JSF de que lo que contenga el plan debe contener elementos lo más certero posibles y ese de las foráneas no tiene certeza, por lo que podemos quedarnos sin gasolina a mitad del camino, nuevamente.

 

Finalmente, esta semana será el inicio de un largo y duro proceso. No habrá un puertorriqueño que no sienta los efectos adversos de la recuperación luego que nuestra clase política nos metiera en este lodazal, y un poco también también gracias a los caprichos del pueblo que vendió su voto a quien más le diera, sin importar las consecuencias. Cuando sienta el dolor de la recuperación piense bien quién es el responsable: ¿La JSF? o ¿los políticos que manejaron el gobierno? Recuerde también que nuestro escenario es que no habrá dinero para los próximos meses si no hacemos algo radical, y que no tenemos acceso momentáneamente, gracias a Dios, a coger más prestado. Lo más peligroso de que el gobierno no colabore con la JSF o el plan fiscal aprobado es que esto podría caer en manos de un tribunal y ahí la herida vendrá sin anestesia. Ahí los culpables serán los políticos en el gobierno que se comportan como guapetones de barrio por aparentar que luchan por los “vulnerables”, de cara a unas próximas elecciones, como siempre.

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