En el pasado ciclo eleccionario, la campaña del Partido Popular giró en torno al eslogan de “Primero la gente” y la promesa de progreso para nuestra isla. Gran parte del mensaje del hoy gobernador y los demás candidatos del PPD se centró en resaltar lo “mal que íbamos” y cómo ellos mejorarían la calidad de vida de los puertorriqueños. En dicha contienda el mensaje del PNP era claro: “Hemos tomado las medidas necesarias para enderezar el rumbo y un voto por el PPD significará el retroceso”. El tiempo le ha dado la razón al PNP.
Por los pasados dos años hemos sido víctimas de la aprobación de más de 80 nuevos impuestos que han desangrado el bolsillo de los contribuyentes, provocado un éxodo masivo de puertorriqueños a los estados y han estancado la economía como nunca antes. Como si esto fuera poco, ahora el Gobierno popular está empeñado en implantar un nuevo sistema contributivo, que dependerá principalmente para sus recaudos del impuesto al valor añadido o IVA, como lo conocemos comúnmente.
Con la publicación esta semana del estudio preparado para el Departamento de Hacienda por la firma asesora KPMG se confirma lo devastadora que sería la implantación del IVA para la economía puertorriqueña y para el bolsillo del pueblo trabajador. Solamente con examinar los ingresos que pretende obtener el Gobierno con este nuevo embeleco es evidente que mil millones de dólares serán sacados del bolsillo del pueblo para ser depositados en el bolsillo del Gobierno.
Según el informe, el Gobierno pretende obtener recaudos ascendentes a $6,665 millones. Para poner en contexto la magnitud del impuesto del IVA, la cifra es casi cuatro veces mayor que los recaudos que obtiene el Gobierno del IVU.
Para intentar justificar este impuesto, el Gobierno ha mentido descaradamente señalando que eliminarán las planillas para quienes generan ingresos de $35 mil dólares o menos y proveerán un sistema de reembolso a la ciudadanía de escasos recursos para aliviar el pago del IVA. El informe señala que para estos dos “alivios” el Gobierno tendría que destinar la cantidad de alrededor de $2,000 millones. Por tanto, aun restándo esos “alivios”, el pueblo estaría pagando más de $4,662 millones adicionales en impuestos, lo que sería casi 3 veces mayor a lo que paga hoy por el IVU. De hecho, el informe contiene una tabla que desmiente al propio Gobierno, pues demuestra en dólares y centavos cómo los contribuyentes de todas las escalas salariales pagarán más en impuestos con el sistema del IVA en comparación con la cantidad que pagan bajo el sistema actual. Por eso a nadie debe sorprenderle las motivaciones de este Gobierno para mantener en secreto dicho informe.
A este cuadro aterrador para nuestra economía se le suma la posibilidad de que los contribuyentes tengan que sufrir por un sistema contributivo mixto, pues aún no se ha determinado cómo se trabajará el IVU municipal, impuesto que la gran mayoría de los ayuntamientos necesitan para subsistir. Por ello el anuncio sobre el IVA ha sido recibido con recelo y rechazo de los alcaldes.
Sin duda alguna, el tema principal de los próximos comicios electorales será la filosofía económica-contributiva que se implementará para el próximo cuatrienio. Por un lado, el PPD tendrá la carga de defender su filosofía de que el Gobierno debe recibir la mayor cantidad posible del dinero que gana cada trabajador con el sudor de su frente y, por el otro, el PNP defenderá su filosofía de que un dólar rinde más en el bolsillo del pueblo que en del Gobierno. Los alcaldes del PPD tendrán que evaluar si quieren ser arropados por la ola de rechazo que se llevará al liderato de ese partido en los comicios electorales o si, por el contrario, se sumarán al reclamo masivo del pueblo de que no se apruebe ni un impuesto más.
El pueblo los está observando.
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