Luego de una semana fuerte de trabajo, no hay nada más relajante para una chica que una buena pedicura. Excepto si padeces de hongos en los pies (conocido comúnmente como pie de atleta) o uñas.
Entonces lo que se supone que sea una actividad para mimarte se convierte en un momento incómodo y embarazoso. A los hombres (que tienen la mayor incidencia de este mal) no les parece mortificar tanto tener pie de atleta como a las mujeres. Mi sospecha es porque ellos están más tiempo en zapatos cerrados, por lo que menos gente le ven los pies. Aparte de mortificante, el hongo es una condición que tiende a ser más fastidiosa para curar y suele ser recurrente (o sea que te da varias veces).
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El pie de atleta muchas veces tiende a pasar por desapercibido. A nuestro parecer, un día tus pies están de los mas bien y al otro, tiene una piquiña molestosa, ardor, resequedad y la piel agrietada. Hay muchas personas que piensan “ojos que no ven corazón que no siente” y por tanto, se ponen los zapatos cerrados y prefieren ignorar sus pies infectados. Les tengo una mala noticia: el pie de atleta no se alivia por si solo y peor aún, se le puede regar a otras partes como las uñas y hasta la ingle (lo que se conoce como tiña inguinal o jock itch en inglés).
Las razones por las cuales nuestros pies se infectan con hongo son variadas. Aquí algunas de ellas:
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Tener los pies mojados por mucho tiempo. El hongo le encanta ambientes oscuros y húmedos (como un pie sudadito en un zapato cerrado).
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Utilizar duchas compartidas y piscinas públicas. Duchas y piscinas son ambientes húmedos, representando un edén para hongos (por eso nuestras madres nunca nos quieren descalzos en cualquier sitio público).
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Compartes artículos personales (medias, zapatos, chancletas etc) con una persona que padece de pie de atleta.
Hay que ser muy persistentes en el tratamiento para erradicar el pie de atleta y hongo de uñas, por lo que es importante ser consiste en la aplicación de los medicamentos. Existen una variedad de remedios que puede comprar sin receta, entre ellos cremas, talcos y aerosoles. Sin embargo, si el pie de atleta no mejora, debe visitar a su médico. Que todo sea por la salud de nuestros pies y obvio, para no avergonzarnos la próxima vez que vayamos a recibir una pedicura.
