Los 180,000 asistentes a Maracaná fueron testigos directos de la victoria por 3-0 de la Selección Brasileña en la Copa Confederaciones. La canarinha acabó con el favoritismo de los españoles ya en los minutos previos del partido cuando todo el estadio cantó a coro las estrofas del himno nacional, frente a los escasos tarareos de un himno español sin letra.
El primer minuto de partido fue el último. Tras una serie de rebotes y errores encadenados, centro al área Hulk, que tras doble fallo de Arbeloa golpea en Neymar y Fred desde el suelo aprovecha para batir a un Casillas totalmente inoperante. 1-0.
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Desde ahí, España entró en barrena. Las continuas imprecisiones en los pases y la permisibilidad absoluta del árbitro ante las patadas brasileñas que cortaban cualquier intento de juego fluido, fueron la tumba para el juego de los campeones del mundo. Brasil seguía su guión y la portería de Julio César no atisbaba peligro alguno, mientras que sus contragolpes eran mortales. El ataque izquierdo de Brasil era un asesino en potencia. Brasil avisó dos veces, primero con un contragolpe en el que Arbeloa frenó a Neymar en falta cuando este se iba solo hacia el portero y después, tras una entrada del barcelonista por la banda izquierda, asistió magistralmente a Fred, que lanzó el balón raso al cuerpo de Casillas. Todo iba según el guión establecido por Scolari, que según su entorno, estudió minuciosamente el partido Bayern Munich – Barcelona durante el día previo al partido. Y tal como en Munich, el visitante tuvo su oportunidad. Si en Alemania fue Jordi Alba, en Río fue Pedro que tras ser asistido por Mata y con Julio César ya superado, vio como David Luiz sacaba de debajo de la portería el que era el empate a 5′ del descanso.
Y como se dice en el fútbol, el que perdona lo paga, en la jugada siguiente Neymar para Oscar, que inteligentemente espera hasta que el ex-jugador del Santos sale de la posición de fuera de juego en que se encontraba para devolvérsela, y fusilar a Casillas. Otra vez Arbeloa descolocado facilitaba el trabajo de la delantera brasileña. Gol psicológico antes del descanso, que fue señalado cuando Pedro se escapaba solo. Cosas de árbitros.
El segundo tiempo empezó como el primero. Ya sin Arbeloa en el campo, que fue susitutido por Azpilicuetra, tras una de las noches más penosas que se le recuerdan (y miren que ha tenido noches penosas), Fred, de nuevo a los dos minutos, volvió a marcar acabando con cualquier imaginaria posibilidad de remontada. La acción la empezó Marcelo tras rebañar un balón en el centro del campo, la soltó para Hulk que centró raso. Neymar la dejó pasar y Fred, ante la pasividad de Azpilicueta, chutó a la izquierda de Casillas, que pudo hacer bastante más de lo que hizo. El único mérito de la noche de Casillas fue hacer que Fred pareciese bueno.
Dos cambios más de Del Bosque, para sacar a los del Chelsea, totalmente inoperantes, del campo. Navas por Mata y Villa por Torres. Navas, eléctrico dio un poco de alegría al juego de La Roja; Villa a lo suyo, pasó totalmente desapercibido por Maracaná.
El sevillano provocó el segundo penalty de la noche, el segundo de Marcelo, pero el primero pitado por Kuipers. Sergio Ramos se lanzó como un cohete a por el balón saltándose el orden establecido para lanzarlos y falló. Del Bosque, pasivo ante la sorprendente reacción del madridista, calló.
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El partido no tuvo más historia que la merecida expulsión de Piqué tras parar con una zancadilla al peligrosísimo Neymar cuando ya iba a poner el cuarto.
Al final, Brasil, se proclamó campeón del trofeo que organizaba, y elevó su favoritismo para la Copa del Mundo que se celebra también en Brasil el año que viene. España agotada tras su partido ante Italia deja muchas dudas, especialmente en el lateral derecho. Del Bosque tendrá que modificar el once si no quiere volverse de Brasil, sin la copa que ganó en Sudáfrica.
Los honores del torneo: Balón de Oro – Neymar balón de plata – Iniesta balón de bronce – Paulinho Bota de Oro – Fernando Torres Bota de plata – Fred Bota de Bronce – Neymar