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El domingo pasado me di a la tarea de descubrir para ustedes cuál es la verdadera magia de, en mi humilde opinión, uno de los mejores brunch en la ciudad: el “Magic Brunch” de Abracadabra Counter Café. Es cierto que se ha convertido en uno de los sitios favoritos de almuerzo para los que desean comida casual e íntegra, además de haber revolucionado con su concepto de café teatro, presentando obras que nos invitan por un ratito a reír o a filosofar de las realidades de la vida. Pero, ¿un brunch mágico? Es indiscutible que un ilusionismo es creado en este lugar, cuando los seguidores hacemos fila desde tempranito en un pedacito de acera de la Ponce De León y estamos dispuestos a recibir algún codazo tratando de cruzar la puerta y asegurar una mesa en el primer acto.
Una vez traen las bebidas puedo comenzar mi tarea. ¿Será la magia por el café puertorriqueño de Hacienda San Pedro? Ese saborcito tiene el poder de transportarte a la montaña, sol y friíto incluidos, sin salir de la ciudad. Los jugos naturales del país y las frutas frescas logran que te sientas más saludable al instante. Pero sigo buscando la parte mágica. Quizás el descubrir que este restaurante está comprometido a promover la cultura, la producción local, el reciclaje, la sustentabilidad y ofrecer productos orgánicos y naturales es la magia, ya que este tipo de oferta todavía es excepcional. Hmm, el instinto me dice que es algo más. Llegan nuestros omelettes, uno de vegetales y otro de salmón ahumado. Si alguien tiene duda de la diferencia en sabor de un alimento orgánico versus uno inorgánico este es el mejor ejemplo, porque no hay nada como el sabor de huevos orgánicos frescos. Son suaves, ligeros y hasta medios dulzones en el sentido rústico. Tienen sabor a naturaleza, y pienso que quizás la magia es que tienen una finca escondida en plena urbe de Santurce.
La magia también puede ser la libertad que tienes aquí de añadirle nutella a lo que te de la gana. Eso no se da en todos lados. Elevas las tostadas francesas en pan brioche o los esponjosos y gorditos pancakes, ambos hechos con pan local y masa preparada desde cero en el local, a otro nivel. ¡Con nutella todo es mágico! Para terminar pedimos de postre unos mini croissants a la parrilla con (por supuesto) nutella y fresas. La textura mantequillosa del hojaldre estaba en su punto, ni muy grasosa ni muy seca.
Sin embargo, disfrutando mi desayuno observaba como todo el equipo llevaba a cabo a la perfección su representación. Y es que al fin y al cabo, los comensales somos el público dentro de una obra, meticulosamente dirigida por el dueño de este establecimiento, que desde distintos ángulos procura que no se pierda su punto de vista. Y los actores son todo el equipo, cada uno representando una parte integral de la obra. Son muy pocas las cocinas que están expuestas así que no puedo comparar mucho, pero pude ver con el amor que todos asumían su papel, como si fuera una experiencia personal para cada uno el cumplir con el rol que representan. Así que pensé que ahí estaba la magia, aunque por alguna razón seguía sintiendo la corazonada de algo más allá, que no era humano.
Y justo antes de irme lo descubrí. Se me revelaron los secretos y capté la evidencia. Lo siento Abracadabra, pero como decimos, los tengo que tirar al medio. La verdad del agradable servicio y fabulosa comida están en la penúltima y última foto de la galería. ¡Descúbrela! ¿Qué te parece?
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