“En la especie humana, la relación entre varones y hembras al momento del nacimiento se inclina a favor del sexo masculino”.
Lo dice la Organización Mundial de la Salud (OMS) y es una tendencia global, que se ha mantenido durante décadas.
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En Reino Unido, por ejemplo, desde que se empezaron a llevar registros, en 1838, no ha habido ningún año en el que hayan nacido más niñas que niños.
Y una proporción de aproximadamente 105 nacimientos masculinos por cada 100 femeninos se considera natural y normal.
Esta ratio por lo general se repite a nivel mundial, aunque en países como India o China la brecha suele ser todavía mayor, porque los hijos varones son más deseados.
Y aunque es muy difícil determinar con certeza por qué nacen más niños que niñas, existen algunas teorías que intentan explicarlo.
El tiempo y el equilibrio
La primera considera el elemento evolutivo.
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Con el paso de los años, la balanza entre el número de hombres y de mujeres se equilibra naturalmente. Y es por eso que nacen más niños que niñas.
“Los hombres tienen mayor riesgo de morir no solo por la diferencia que existe entre ambos sexos con respecto al promedio de muertes por causas naturales, sino también por elementos externos, como accidentes, heridas, violencia y guerras”, explica la OMS.
“Prácticamente en cada momento y lugar, es mucho más probable que muera un hombre a que muera una mujer”, recalca David Steinsaltz, profesor de estadística en la Universidad de Oxford, en Inglaterra.
Esto significa que para que haya un número igual de varones y mujeres en la edad adulta, es necesario que nazcan más varones, dice la teoría.
De ehcho, en Reino Unido, las adultas mujeres casi siempre terminan superando en número a los adultos varones, y también viven más tiempo.
Lo que pasa en el útero
Si se considera que la variación cromosómica Y y X está presente en el esperma en la misma proporción, entonces la explicación de por qué nacen más niños que niñas, podría estar en lo que ocurre con los fetos en el vientre.
Se suele asumir que este desequilibrio se inicia en el momento de la concepción.
Pero un estudio realizado por el Instituto de Investigación Fresh Pond, en Massachusetts, EE.UU., en el que participaron científicos de las universidades de Harvard, también en EE.UU. y Oxford, en Inglaterra, reveló un elemento muy poco conocido.
La muestra analizada fue inmensa. Incluyó más de 140.000 embriones creados en clínicas de fertilidad, 900.000 muestras de pruebas como la amniocentesis y 30 millones de registros de nacimientos y abortos, tanto naturales como inducidos.
¿La conclusión? La balanza se inclina a favor del sexo masculino durante el embarazo.
Steven Orzack, uno de los autores del estudio, le dijo a la Radio Pública Nacional de EE.UU. que su análisis mostró que en este período la mortalidad fetal en niñas era mayor.
Los científicos dicen que es difícil saber qué es exactamente lo que ocurre y cuáles son las causas.
Lo único que sabemos es que entre los embarazos que llegan a término hay más niños que niñas.
¿Y o X?
Son varios los factores que influyen en que el óvulo sea fertilizado por un cromosoma Y, correspondiente al sexo masculino, o por uno X, que determina el sexo femenino.
Algunos son la edad de los padres, los ciclos de ovulación de la mujer y la alimentación.
Una teoría popular es que la posibilidad de tener una niña aumentan si una pareja tiene relaciones sexuales varios días antes de que la mujer ovule y posteriormente se abstiene.
De esta manera, el esperma con el cromosoma X, que sobrevive por más tiempo pero se mueve lentamente, le “gana” al Y.
Por otra parte, si coito ocurre poco antes o poco después de la ovulación, hay más posibilidades de que se conciba un niño porque el esperma con el cromosoma Y puede llegar más rápido al óvulo.
Para algunos científicos, sin embargo, no es mucha la evidencia que respalda esta teoría.
Lo que sí sustentan las cifras disponibles, a pesar de que no hay una explicación definitiva con respecto a la causa, es que en el mundo nacen más niños que niñas.
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