El secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis, se retirará "con méritos" a finales de febrero.
Así lo anunció este jueves el presidente de EE.UU., Donald Trump.
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Trump escribió en Twitter que el general Mattis fue una gran ayuda para "conseguir que los aliados y otros países paguen su parte de las obligaciones militares".
El mandatario no nombró un sucesor, pero añadió que elegirá uno próximamente.
"Durante el mandato de Jim se han logrado enormes progresos, especialmente con respecto a la compra de nuevos equipos de combate", escribió Trump en un tuit.
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1075878792168685568
"El general Mattis me ayudó mucho en conseguir que los aliados y otros países paguen su parte de las obligaciones militares. Un nuevo secretario de Defensa será nombrado en breve. ¡Agradezco enormemente a Jim por su servicio!", añadió en otro.
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Retirada de Siria
La noticia de la salida de Mattis se produce un día después de conocerse la decisión de Trump de retirar las tropas terrestres de EE.UU. de Siria.
Además, EE.UU. se aboca a un posible cierre del gobierno por la falta de acuerdo sobre la financiación del muro fronterizo con México.
En su carta de renuncia, Mattis describe sus opiniones sobre el trato respetuoso a los aliados y el uso de todas las herramientas del poder estadounidense para procurar una defensa común.
"Ya que usted tiene derecho a tener un secretario de Defensa con puntos de vista mejor alineados con los suyos en estas y otras materias, creo que lo correcto es que me retire", escribió Mattis en su carta a Trump.
La noticia del retiro de tropas en Siria, que recibió una fuerte crítica en EE.UU., es contraria con la posición de Mattis, quien había advertido que un retiro temprano del país sería un "error estratégico".
"Nuestras tropas continúan brindando las capacidades necesarias para prevalecer en el conflicto y mantener la fuerte influencia global de Estados Unidos", señaló Mattis en su carta.
Sin embargo, también señala que EE.UU. no puede ser "policía" de otros países.
"Al igual que usted, yo he dicho desde un inicio que las fuerzas armadas de Estados Unidos no deberían ser la policía del mundo. En lugar de ello, debemos usar todas nuestras herramientas del poderío estadounidense para brindar una defensa común, incluido un liderazgo efectivo, a nuestros aliados", escribió Mattis.
Una renuncia como protesta, simple y llanamente: Anthony Zurcher, BBC Washington
Donald Trump puede intentar hacer ver la partida de James Mattis como una jubilación después de una vida de servicio gubernamental. No lo es. Esta es una renuncia como protesta, simple y llanamente.
La carta del secretario de Defensa al presidente, en la que ofrece un apoyo total a una red de alianzas de Estados Unidos y pide una política de contención de los rivales autoritarios, lo deja perfectamente claro.
El momento de este anuncio, justo un día después de que Trump ordenara abruptamente la retirada de las tropas estadounidenses de Siria y en medio de rumores de una retirada de Afganistán, también debería disipar cualquier duda sobre las diferencias políticas entre ambos.
El general Mattis se había posicionado como uno de los líderes más fríos durante el mandato del presidente, considerado tanto por demócratas como por republicanos como un "adulto en la sala" y muy alejado del apodo de "perro rabioso Mattis" que tanto enamoró a Trump.
Desde su oficina en el Pentágono, logró mantenerse en buena medida por encima de las polémicas. Con frecuencia alivió las preocupaciones de los aliados de Estados Unidos desconcertados por algunas de las declaraciones más intemperantes del presidente.
Ahora que uno de los frenos del presidente se va, uno de los últimos que quedan, vienen aguas turbulentas por delante.
Enfrentar a otras potencias
El secretario advirtió que la postura de EE.UU. respecto a otras potencias debe ser "resuelta y sin ambigüedades".
"Está claro que China y Rusia, por ejemplo, quieren conformar un mundo coherente con su modelo autoritario, que gana autoridad de veto sobre las decisiones económicas, diplomáticas y de seguridad de otras naciones, para promover sus propios intereses a expensas de sus vecinos, Estados Unidos y nuestros aliados", escribió.
"Es por eso que debemos usar todas las herramientas del poder estadounidense para proporcionar la defensa común", añadió.
Su último día al frente del Departamento de Defensa será el 28 de febrero de 2019, periodo en el que el presidente Trump podrá nominar a su sucesor y el Congreso confirmarlo.
El senador republicano Lindsey Graham dijo que Mattis "debería estar orgulloso del servicio que ha prestado al presidente y a nuestra nación".
"Él ha estado en la lucha contra el Islam radical durante décadas y brindó consejos militares sólidos y éticos al presidente Trump", escribió en un tuit.
Su colega Marco Rubio describió a Mattis como "una isla de estabilidad en medio del caos de la administración Trump".
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