"Presidente, presidente" eran los gritos emocionados de miles de personas. El zócalo de la Ciudad de México estaba abarrotado para recibir a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), tras ser investido como mandatario de México.
Había gente de todas las edades y los estratos sociales: 160.000 personas según cifras oficiales.
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Cuando AMLO subió al templete, dispuesto para la celebración con la que da inicio a su gobierno, un grupo de representantes de 68 pueblos indígenas y el afromexicano le realizó un ritual de purificación.
Le entregaron el bastón de mando, en señal de que los pueblos originarios lo reconocen como líder. Es la primera vez que un presidente de México lo recibe.
"Aquí esta el bastón de mando, el símbolo con el que usted conducirá a nuestro pueblo. Queremos recordarle que deseamos ser tomados en cuenta en sus planes de estos 6 años", le dijo una de las indígenas.
También le pidió al nuevo presidente, el primero de izquierda en 70 años en México, que "mande obedeciendo al pueblo".
Después de la ceremonia de purificación, AMLO se dirigió a los mexicanos desde la principal plaza pública del país: "reafirmo el compromiso de no mentir, de no robar, de no traicionar al pueblo de México".
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Aseguró que todos los programas de su gobierno tendrán como población preferente a los indígenas.
"Es una ignominia, una vergüenza, que nuestros pueblos originarios vivan desde hace siglos bajo la opresión y el racismo, con la pobreza y la marginación a cuestas".
"¡No estás solo, no estás solo!", comenzaron otra vez los gritos y los aplausos de su gente.
Y AMLO volvió a repetir su frase: "Por el bien de todos, primero los pobres". Y entre la multitud se oyó otro grito: "¡Y las mujeres!".
"Tenemos mucha esperanza"
El ambiente en el zócalo y en las calles del centro de la Ciudad de México era festivo.
La gente agitaba banderas de México y otras con la imagen de AMLO.
Allí estaban presentes muchos de los que lo apoyaron durante sus 3 campañas presidenciales.
Uno de ellos era Patricia Bustamante, una arquitecta. "Estoy aquí porque confío que esto sea el comienzo de algo nuevo. Una nueva forma de gobierno y de país. Le pido a AMLO que siga siendo congruente".
Bustamante dice que ella fue maestra de dibujo de dos de los hijos de AMLO. "Lo conozco y siempre ha sido honesto y comprometido".
Judith Cobos, que se dedica a los bienes raíces, viajó más de 1.000 kilómetros desde Reynosa, Tamaulipas, para presenciar el primer discurso del nuevo presidente.
"Tenemos mucha esperanza", dice.
Asegura que en su estado la inseguridad es el principal problema. "Hace apenas dos semanas fui encañonada con una AR-15 cuando volvía del trabajo a mi casa. Cuando salimos ya no sabemos si vamos a volver".
También había uno que otro extranjero. Entre ellos, el artista Guido Orlando.
"Vine porque este es un hecho histórico en México. Veo que hay mucha esperanza, pero espero que no lo idealicen como a un líder intocable, sino que también estén atentos a las cosas que haga".
"En Argentina y creo que en toda América Latina hay muchas expectativas con este gobierno".
"El dinosaurio ya no estaba"
"Es un honor estar con Obrador", gritó la gente cuando terminó el discurso de dos horas de AMLO.
Después comenzó un programa musical, que empezó por la Orquesta Sinfónica Nacional.
Una señora caminaba entre la multitud con una piñata en forma de dinosaurio que llevaba el cartel con la leyenda: "cuando despertamos el dinosaurio ya no estaba", en alusión al microcuento de Augusto Monterroso.
En México se le conoce como "dinosaurio" al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó al país por más de 70 años, incluido el sexenio de Enrique Peña Nieto, quien terminó su mandato presidencial para dar paso al de AMLO.
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